La pesadilla de Manuela
El ruido de la pescadería que hay bajo su casa le impide conciliar el sueño
Manuela Quintana de 69 años está pasando un auténtico calvario, ni ella que recientemente ha pasado por un cáncer, ni su marido pueden dormir por la noche. Los motores de la pescadería del local que hay justo debajo de su vivienda están pegados a los dormitorios y conciliar el sueño con el ruido que provocan es misión imposible. Ella duerme en el sofá del salón con tapones de cera y aún así escucha el ruido. Ha llamado a la policía en varias ocasiones