"Tuvimos miedo y nadie nos dio ninguna explicación"

Madrid

Rafael, inmigrante latino, estuvo en el CIE ese 1 de octubre en el que les mantuvieron encerrados más de 18 horas. Recuerda cómo en el centro se suelen abrir las puertas a las 7 y media de la mañana y que se comenzaron a poner nerviosos al ver que no salían de la habitación. "No nos la abrieron, nos pareció algo extraño. Todo empeoró cuando uno de los internos vio a un oficial con una mascarilla. El ambiente se va revolucionando y comenzamos a preguntar por qué no nos dan información", recuerda este interno del centro.

La tensión fue creciendo: "Comenzamos a gritar, la gente se tiró contra las ventanas y las puertas. Pedimos que llamaran a los periodistas, sobre todo estábamos desesperados por nuestras familias".

El hecho de ver a los agentes con mascarillas es lo que termina por desesperar a los extranjeros recluidos. "Hasta las 5 y media no nos dieron explicaciones, se llegaron a derribar puertas de habitaciones. Los policías nos dijeron que ese protocolo era por nuestro bien".

El juez se muestra muy crítico en el auto con las instalaciones sanitarias del centro. Llega a escribir que no se puede denominar enfermería a la clínica, y protesta porque los agentes eligen quién y cuándo es atendido. Rafael verifica este hecho, cuenta que antes de las 8 de la mañana hay que pedir cita y que "hay gente que se pone mala, con muchos dolores, y no les atienden porque les dicen que no es hora de médico".