Granados: hasta que llegó su hora
Cae uno de los hombres fuertes del 'aguirrismo'
Madrid
Hombre fuerte de Esperanza Aguirre durante años, Francisco Granados, lo fue casi todo en el PP de Madrid. Su dilatada carrera política comenzó en Valdemoro, donde fue alcalde durante cuatro años, hasta que Esperanza Aguirre lo llamó a su lado, encandilada por su espontaneidad y su carácter dicharachero.
Primero como presidente de la Comisión del 'tamayazo', y más tarde como consejero de Transportes, Presidencia, Justicia e Interior, además de secretario general del PP madrileño durante 7 años. Su caída en desgracia hace ocho meses se produjo tras conocerse que tenía una cuenta bancaria en Suiza. Se vio obligado a abandonar la política y a volver a su actividad como experto financiero, aunque ya antes estaba políticamente muy debilitado.
Después, sobre todo, de haber perdido la dura batalla interna que mantenía con su más íntimo enemigo, Ignacio González, el otro hombre de confianza de Aguirre. Su estrella, de hecho, comenzó a declinar cuando la expresidenta madrileña lo sacó, primero del Gobierno, y más tarde de la secretaría general del partido.
Granados y González mantuvieron durante años una durísima batalla de poder. No eran simples desavenencias políticas, sino acusaciones de juego sucio hasta el punto de que en algunos medios se señalara a Granados como uno de los muñidores de una turbia red de espionaje. Una trama que supuestamente trató de acabar con la carrera de Ignacio González, además de espiar a otros rivales de Aguirre, como Alberto Ruiz-Gallardón o Alfredo Prada, acusación nunca probada en los tribunales.
Pero la sombra de la sospecha siempre acompañó a Granados. Como cuando adquirió un chalé en Marbella a su amigo de la infancia David Marjaliza, el constructor detenido ahora. O cuando el vehículo de su esposa, un Mini que estaba a nombre de otra constructora, contratista del Ayuntamiento, fue incendiado en el garaje de su casa. O incluso cuando se construyó una casa de lujo de 1.000 metros cuadrados en su localidad natal.
Aspiró a todo y lo fue casi todo en Madrid hasta que esta mañana también a él le ha llegado su hora.