Si la sequía se prolonga un año más nos encontraremos con una situación dramática

El año hidrológico se cierra el próximo 30 de septiembre con un denominador común: para evitar hablar de drama tiene que llover. Los regantes alicantinos aseguran que la situación es ya dramática. Los valencianos creen que de momento se ha salvado la campaña y alertan de que al conseller de agricultura se le nota que es alicantino. De momento el agua para consumo doméstico está garantizada para un par de años en Valencia y Alicante. Provincia que según el vicepresidente de los usuarios del Júcar está saliendo beneficiada porque el actual conseller usa el agua para hacerse fuerte como presidente del PP alicantino. La Generalitat lo niega

Tras año y media de sequía, con el fin del año hidrológico a vuelta de la esquina, el 31 de septiembre, comienzan a encenderse alarmas. En Alicante hablan de catástrofe que trasciende a la agricultura. En Valencia cruzan los dedos para que llueva y alertan de que no es bueno que el conseller de agricultura sea a la vez presidente del Pp alicantino, porque le hace barrer para casa. Y la Confederación Hidrográfica del Júcar aún da un paso más: si no vuelve el regimen normal de lluvias la campaña que viene será dramática.

Por partes... a pesar de la sequía, el agua está asegurada para los próximos dos o tres años en el Júcar a pesar de la Generalitat para los cultivos de la Ribera. José Pascual Fortea, vicepresidente de los usuarios de ese río, asegura que José Císcar, el conseller, está más preocupado en quedar bien con sus votantes alicantinos que con hacer de conseller de todos los valencianos. Es más, afirma que el Director General del Agua, debería estar en los tribunales por gastar millones de euros sin que haga falta en cuestiones como la Fundación Agua y Progreso. Para Fortea el agua está asegurada si el president Fabra advierte a Císcar y al director general José Alberto Comos de que la Comunitat Valenciana son tres provincias.

Advierte además Fortea que los alcaldes de la Ribera, populares incluidos, van a recurrir en los tribunales el Plan del Júcar porque contempla una segunda toma de agua para Alicante, en Alarcón. Los regantes son partidarios de mantener la que hay ahora, pero la de Alarcón afirman que debería usarse sólo en casos de extrema necesidad.

A todo esto responde el director general del agua José Alberto Comos que reduce la polémica a una posición personal de Fortea. La Generalitat se rige según el interés general y no tiene preferencias territoriales y de no ser por la Fundación Agua y Progreso se habrían perdido 100.000 empleos porque el gobierno Zapatero quería derogar trasvases tan importantes para Alicante como el Tajo-Segura.

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Pero lo dicho, en Alicante el dibujo es otro y en tonos bastante oscuros. Eladio Aniorte, de ASAJA, afirma que los daños de la sequía trascienden a la agricultura, con cuantiosas pérdidas en los cultivos de secano... Están perjudicando a muchos sectores intimamente relacionados con el campo.

Fuera del campo, en cuanto al consumo humano, los datos, según Pedro Marco, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el abastecimiento está garantizado en Valencia y Alicante para el año que viene. Otra cosa son los problemas puntuales que se están dando en poblaciones que se abastecen con aguas subterráneas. En todo caso, Marco es claro. Si vuelve el regimen de lluvias normal no habrá problemas. Pero si la cosa sigue como en el último año y medio de cara al año que viene nos encontraríamos con una situación dramática.