Marcos Ana, la cárcel franquista y el compromiso sin rencor

Madrid

Nació como Fernando Macarro pero decidió cambiarse el nombre por el de su padre, Marcos, y el de su madre, Ana. A los 19 años fue encarcerlado en las prisiones franquistas por ser comunista. Dos veces estuvo sentenciado a muerte. La esquivó. 23 años después salió libre y empezó a contarle todo el mundo la lucha y las vidas de quienes las perdieron en la Dictadura.

Cuando Marcos Ana salió de la última prisión franquista en la que estuvo encerrado sus ojos no soportaban la falta de un horizonte cuando salía al campo. Era el año 1961. Llevaba demasiado tiempo acostumbrado a las cuatro paredes de la celda. En concreto, estuvo 23 años preso por motivos, exclusivamente, políticos. Era comunista cuando Franco provocó la Guerra Civil.

Su madre no pudo verle libre porque había fallecido antes. Pero Marcos Ana salió de la cárcel sin ni una gota de rencor, dice que eso sería una losa que pesaría mucho y no le dejaría vivir. Desde entonces empezó a viajar, a conocer a quienes le habían defendido desde fuera, desde otros países como Pablo Neruda, Chaplin o Rafael Alberti. También conoció el amor, el que le habían robado cuando le metieron en la cárcel. Conoció a Vida, su mujer, y conoció el cine. Su primera película fue 'Espartaco' de Stanley Kubrick de la que, sobre todo, destaca la escena fraternal entre los esclavos en la que se van levantando uno a uno y gritando que son Espartaco para que no descubran al verdadero.

Marcos Ana confía y cree en la juventud. Charla con ella. Recibe a jóvenes en su casa para hablar de política, del tiempo que pasó en la cárcel. Para que ellos le pregunten si, alguna vez, coincidió con alguno de sus familiares desaparecidos en la prisión.

De todas estas cosas charlamos junto a Marcos Ana. En la terraza del bar de la calle Narváez en la que suele sentarse cuando cae el sol. Y en su casa, epicentro de grandes conversaciones y tesoros manuscritos. Y todo está también escrito en su último libro: "Vale la pena luchar" de Espasa.

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