Gobierno de Canarias y Cabildo de Tenerife se culpan del colapso de las Urgencias

Tras el último "sobrecolapso" sufrido en las Urgencias de los hospitales tinerfeños, que conllevó la suspensión de entre 40 y 50 operaciones la semana pasada, las reacciones por parte de las instituciones locales y regionales no se han hecho esperar. El Servicio Canario de Salud ha emitido una nota en la que lamenta que "cuatro meses después del compromiso adquirido (...) no ha recibido información sobre el número de camas y las fechas de apertura previstas".

El vicepresidente y consejero de Bienestar Social, Sanidad y Dependencia, Aurelio Abreu, expuso que le parece "triste que el Servicio Canario de Salud intente desviar la atención tal y como hemos tenido las urgencias del HUC y del HUNSC en los últimos meses, con una gestión que ha rozado el límite de lo incalificable, y que se ha salvado gracias a sus profesionales", añadió.

Abreu fue duro en sus declaraciones hacia el Gobierno de Canarias: "en un momento le echó la culpa a los inmigrantes, luego a los turistas, en otro momento a los abuelitos... Y ahora se le echa la culpa al Cabildo de Tenerife". Así, ha expuesto que ampliarán "50 camas más en el norte de la Isla en paralelo al expediente de apertura de las urgencias en Icod de los vinos. Esperamos terminar en plazo para abrirlas".

"El IASS ha puesto a disposición del Servicio Canario de Salud 75 camas del antiguo hospital militar, 200 del Febles Campos, otras de La Trinidad, del Hospital de los Dolores,...", afirmó Abreu, que recordó que el compromiso adquirido con la Consejería de Sanidad fue "una condición que se puso en su momento para tratar de solventar un problema en el norte de Tenerife, la gran olvidada de los últimos años en Tenerife", a lo que añadió: "es la situación desencadenada de una nefasta gestión del Servicio Canario de Salud".