Landa (Astana) sabe que falta todavía lo más duro del Giro

Scarponi y Aru son los gallos del conjunto kazajo y Landa tiene la obligación de ayudarles en las etapas montañosas. Tras ganar una en el Giro de Trentino, su estado de forma es sensacional pero está atado a sus labores de gregario. Las últimas semanas transcurrirán por los Alpes y los Dolomitas por lo que el zuiano no descarta dar la campanada algún día.

Mikel Landa disfruta de una oportunidad única en este Giro. Su desembarco en el Astana ha sido muy positivo ya que ha conseguido cuajar una buena amistad con Michele Scarponi durante las concentraciones de Italia y Tenerife. Ahora, el italiano es el primer espada de los celestes en la carrera rosa.

La primera semana ha estado caracterizada por las caidas para el joven corredor alavés. En la etapa que terminaba en Dublín se fue al suelo a falta de 30 kms para la meta y, aunque magullado, pudo llegar al final de la jornada para luego realizar el tránsito a la península transalpina. El de Murgia se dañó los dedos y los nudillos de una mano pero luego le vino muy bien el día de descanso para recuperarse. Chapa y pintura.

Tampoco tuvo suerte en Italia ya que se volvió a caer descendiendo el Alto de Viggiano en una curva bastante abierta donde perdió el control de la bicicleta debido a la lluvia. En este caso, el golpe fue quizás más aparatoso pero tampoco le impidió seguir en la ruta. Tras el abandono de Koldo Fernández de Larrea en Belfast, Mikel Landa es el único alavés que sigue en el Giro de Italia 2.014.