Vuelta al ruedo y una oreja para Lama de Góngora
El sevillano hizo lo más destacado de un festejo en el que Juan Ortega y Posada de Maravillas se fueron de vacío
El novillero sevillano Lama de Góngora ha sido el triunfador del festejo de abono celebrado este domingo en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla al dar la vuelta al ruedo en su primero y cortar una oreja al novillo que cerró plaza.
Se han lidiado seis novillos de Cayetano Muñoz, desiguales de presentación -con más cuajo tercero, cuarto y quinto- y de escaso juego por descastados y faltos de fuerzas. El tercero tuvo algo más de movilidad y el sexto duró al menos tres series.
Juan Ortega, palmas y ovación con saludos.
Posada de Maravillas, silencio y leves palmas.
Lama de Góngora, vuelta al ruedo y una oreja.
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La plaza registró casi media entrada en tarde agradable con rachas de viento que molestaron a los toreros sobre todo al principio y nubes de mosquitos que importunaron al respetable.
Lama de Góngora puso todo de su parte para ser el gran protagonista de la tarde. A sus dos oponentes los recibió de rodillas a portagayola. A su primero, con una larga cambiada a la que siguieron otros dos faroles de rodillas y una media con la pierna flexionada. Tras brindar al público, comenzó la faena de muleta en los medios aprovechando el galope del novillo. No obstante, el animal no acabó de entregarse en su embestida y el novillero quizás estuvo un poco encimista. Mejoró en dos series por el pitón izquierdo, valiente Lama en las cercanías con el animal más apagado y sabor en los ayudados por bajo finales. Lástima que el novillo tardara en doblar porque la petición de oreja hubiera sido mayoritaria.
Si lo fue en el que cerró plaza, al que recibió Lama con otro farol para después lancearlo bien a la verónica. El inicio de faena tuvo un trincherazo de cartel y de ahí, al tercio para hacer sonar la música tras una primera serie diestra de mano baja y trazo largo. El buen tono se mantuvo en la serie siguiente y el novillo se resistió algo más por el pitón izquierdo antes de quedar más apagadito. Tres bernardinas finales, ligadas al pase de pecho y una efectiva estocada contraria pusieron en sus manos la única oreja de la tarde.
Juan Ortega lanceó bien a la verónica al novillo que abrió plaza, que apuntó tanta calidad como falta de fuerzas. De hecho, el animal quedó muy parado ya en banderillas y sus embestidas fueron casi mortecinas en la muleta. Al cuarto lo recibió con una larga cambiada de rodillas en el tercio y de nuevo buen toreo de capa. Este novillo cumplió en varas y además se castigó clavando por dos veces el pitón en la arena. Tras el brindis de Ortega y una primera serie por el pitón derecho, el animal quedó parado y muy a la defensiva. Con desarme incluido, Ortega se alargó más de la cuenta, aunque la estocada fue lo más contundente de su actuación.
Se presentaba ante la afición de Sevilla el extremeño Posada de Maravillas y ha sido grata la impresión. A su primero lo cuajó a la verónica por el pitón derecho, pues por el otro siempre le molestó el viento. Este novillo quedó paradísimo tras dos mini puyazos, tanto que Lama tuvo que desistir en su intento de quite por tafalleras. La faena de muleta empezó con un desarme, pero no se vino abajo el chaval y atacando logró medio hilvanar un par de series por el pitón derecho. Al quinto, sueltecito de salida, logró amarrarlo a la verónica en la misma boca de riego. Tuvo algo más de codicia en los primeros tercios este novillo, aunque a la muleta llegó algo rebrincadito. Posada intentó templarse en dos series por el pitón derecho y el animal perdió fuelle en una tercera por el otro pitón. Tuvieron sabor los naturales del final citando de frente.