El pintor Manuel Benedito vuelve a la Academia de San Fernando

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ha reunido 55 obras de la propia Fundación del pintor, del Museo del Prado, colecciones particulares y museos de Iberoamérica. Se podrá contemplar hasta el 27 de octubre

Manuel Benedito (Valencia, 1876- Madrid, 1963) fue discípulo de Joaquín Sorolla, pero es quizás el menos 'sorollista' de sus discípulos, según el comisario de la muestra Pascual Masiá. En sus inicios Benedito trabajó con Sorolla en Madrid pero después inició su propio camino artístico hasta convertirse en el último gran maestro de la pintura figurativa española de la primera mitad del siglo XX. Fue un retratista de éxito entre la realeza (pintó al Rey Alfonso XIII), la aristocracia, la burguesía y las grandes artistas como Pastora Imperio. Pintó unos seiscientos retratos y llegó a cobrar por alguno de ellos en 1953 hasta 150.000 pesetas, lo que valía un piso en el lujoso barrio de Salamanca en Madrid. Pero antes también realizó series de cuadros de sus viajes por Europa como las de los bretones o los viejos holandeses, alguno de los cuales pertenece al Museo del Prado. Salvo en sus bodegones y algunos paisajes la figura humana siempre está destacada en una pintura realizada al natural.

Tras su paso por el estudio de Sorolla, Manuel Benedito tuvo oportunidad de impregnarse de los movimientos europeos en boga durante sus viajes a Italia, Francia, Holanda y Bélgica donde desarrolló su interés por los grandes maestros holandeses como Frans Hals y, más que por los paisajes, por el reflejo de lo popular del entorno, tanto los personajes como la introspección psicológica, atuendos, casa y colores de la tierra o el mar. La pintura de Benedito vuelve ahora al Real Academia de Bellas Artes de San Fernando donde participó regularmente en sus sesiones y fue presidente de la Comisión de Calcografía. Además fue catedrático de Colorido y composición en la Escuela de Bellas Artes, que entonces dependía de la Academia y no de la Universidad. Entre las piezas exhibidas en esta exposición figuran algunas que prácticamente podrán verse por primera vez, como un gran paisaje nocturno de Venecia recuperado por la Fundación Manuel Benedito en Buenos Aires, o un misterioso retrato de caballero, cuyo nombre es desconocido, pero de extraordinaria ejecución.