¿Habrá un cuarto intento consecutivo?

Ana Botella heredó, recién llegada a la alcaldía, la candidatura olímpica cuando la prioridad era reducir la deuda de la etapa anterior. Más tarde, y aunque ella siempre negó que una cosa estuviera ligada a la otra, Madrid 2020 podría haber sido su tabla de salvación en un momento complicado.

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De momento parece complicado que se vuelva a insistir por cuarta vez consecutiva. Si este tercer intento impulsado por Gallardón y heredado por Ana Botella ya suscitó muchas dudas entre la ciudadanía tanto la situación económica como política en el Palacio de Cibeles hacen ahora mismo muy complicada otra aventura olímpica.

El proyecto, ideado en su día por Álvarez del Manzano y al que Gallardón dio forma y razón de ser, ha encallado definitivamente. No goza de un apoyo unánime en el Ayuntamiento y y menos cuando la consigna es recortar y recortar para cumplir con los objetivos de reducción de deuda. Ana Botella se ha esforzado a tope con esta candidatura y eso hay que reconocerlo. Sin unos JJ.OO. no hay duda que en el Ayuntamiento (pero sobre todo fuera) se abre otro escenario.

Los que abogan por el relevo en el cartel electoral del Partido Popular lo van a tener mucho más fácilpara abrir ese debate. Ana Botella siempre ha sido prudente y ha desvinculado una cosa de la otra pero, sin duda, si hubiese sonado el nombre de Madrid en el Salón Florida del Hilton, Botella y su equipo habrían recibido una bombona de oxígeno.

La oposición (los grupos contrarios a este proyecto) no han querido hacer sangre, lo que denota también cierto grado de responsabilidad. Todavía dura la resaca de la decepción. A partir de mañana lunes, vuelta al trabajo, a la ciudad y tiempo habrá para analizar qué consecuencias ha tenido y tendrá, el palo (gordo) recibido en Buenos Aires.

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