La grabación de la comida de Sánchez Camacho en La Camarga estaba manipulada

Barcelona

La primera grabación que recibió la Policía sobre la conversación en La Camarga entre Alicia Sánchez Camacho y la expareja de Jordi Pujol junior estaba manipulada. El audio apareció en un USB que una persona no identificada dejó en una papelera de la plaza Urquinaona de Barcelona. Aquella misma tarde los agentes detuvieron al director de la agencia de detectives y a tres trabajadores, pero no tuvieron acceso al original hasta que registraron la sede de Método 3.

La Policía explica en el sumario del caso, al que ha tenido acceso la SER, que el USB sólo contiene un archivo de audio con las letras A.S.C., que coinciden con las iniciales de Alicia Sánchez Camacho. La Policía lo encontró en una papelera de la plaza Urquinaona durante la tarde del pasado 18 de febrero, tras recibir una llamada anónima:

El audio que contiene el USB dura 2 horas y 22 minutos, desde que Alicia Sánchez Camacho y Maria Victòria Álvarez se sientan en el reservado de La Camarga, hasta que se van. Pero cuando los agentes y los fiscales registraron la sede de Método 3 hallaron un CD con las mismas iniciales A.S.C., de 3 horas y 39 minutos. ¿Qué se había editado? Pues, según la Policía, la parte inicial, de más de una hora, y los últimos nueve minutos. El informe policial explica que la parte del principio contiene el audio con todos los pasos que dio Alejandro Borreguero, un trabajador de Método 3, desde que salió de la agencia y colocó la grabadora en el restaurante, hasta que empieza la comida.

En este fragmento, según la Policía, el hombre se presenta como asistente de Camacho, dice que él mismo reservó la mesa el día antes e insiste en que se informe a las dos mujeres de que la comida está pagada. También se oye como se coloca el centro de flores con la grabadora. En los nueve minutos finales, después de la marcha de Camacho y Álvarez, un empleado entrega a Borreguero el centro y éste no para la grabación hasta que se encuentra con otra persona, que la Policía sospecha que podría ser el detective Julián Peribáñez. En el sumario no consta que la Policía haya hecho ningún paso para averiguar de donde salió el lápiz de memoria que alguien dejó en una papelera, ni quién llamó avisando para que fueran a buscarlo. Aquella misma tarde, la Policía citó el jefe de Método 3, Francisco Marco, y a tres trabajadores y los detuvo.