21 detenidos en el mayor golpe en España contra el tráfico de marihuana

La operación policial ha descabezado a toda la organización que podría haber obtenido, en los últimos años, beneficios económicos por valor de casi seis millones de euros.

La red enviaba trailers desde Holanda con material y personal especializado para instalar aquí los invernaderos. La operación ha descabezado a toda la organización que podría haber obtenido en los últimos años beneficios económicos por valor de cuatro millones y medio de euros; por eso y en colaboración con la fiscalia holandesa se ha dictada la primera orden de embargo preventivo que se dicta en Europa, una herramienta judicial que permite bloquear los bienes obtenidos por cometer este delito: se ha embargado 23 pisos en Málaga y en los Países Bajos, 14 vehículos de lujo y motocicletas. Los arrestados han pasado ya a disposición judicial.

La organización contaba con numerosas viviendas y fincas rurales en las que instalaban plantaciones hidropónicas de marihuana distribuidas por la provincia de Málaga, concretamente en las localidades de Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Coin, Alhaurín de la Torre o Vélez-Málaga. Además de transportar el hachís desde España a Holanda también se dedicaban a importar de ese país MDMA (éxtasis) para su distribución por la Costa del Sol.

Más de un centenar de agentes, de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria, han desarrollado este dispositivo que ha culminado con la detención de 21 personas por delitos contra la salud pública, organización criminal, defraudación de fluido eléctrico y falsificación de moneda. Una operación que ha permitido desmantelar 15 plantaciones en toda la provincia con más de 13.000 plantas de marihuana.

Los agentes han realizado 22 registros que han posibilitado también intervenir 15 kilogramos de polen de hachís afgano, 1 kilogramos de éxtasis listo para su distribución, 20 vehículos -muchos de ellos de alta gama-, más de 24.000 ¤ en efectivo, 200 libras esterlinas británicas, 2.300 ¤ en billetes falsos, 11 relojes de alto valor económico, numeroso material informático, casi una centena de teléfonos móviles, un revolver, 3 balanzas de precisión, una baliza y un inhibidor de frecuencia, además de abundante material para el cultivo de marihuana.

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Las instalaciones que albergaban las plantaciones eran de gran calidad y con un grado de sofisticación que permitían una rápida producción del estupefaciente que era enviado y distribuido en Holanda. Se considera la mayor aprehensión de marihuana realizada por las Fuerzas de Seguridad hasta la fecha en España, destacándose la particularidad de que la organización criminal dirigía la producción de estupefaciente de forma masiva e incesante reportándole amplios rendimientos económicos. Se ha actuado sobre todos los niveles de la organización criminal, desde los líderes y directores de la actividad criminal, hasta los encargados del mantenimiento de las plantaciones, pasando por los encargados en las instalaciones de los invernaderos y responsables de labores de apoyo logístico.