Encierro en contra de la privatización del Centro de Salud Mental de Puente de Vallecas

Nadie ha informado a los trabajadores de su futuro. Intuyen que estará vinculado al del Hospital Infanta Leonor, uno de los que se va a privatizar con la reforma sanitaria

En la plaza de Peña Gorbea, se encuentra este Centro de Salud Mental en el barrio de Puente de Vallecas. En la fachada cuelgan pancartas, en la puerta principal se lee: "La Sanidad Pública no se vende, se defiende".

"Nosotros entramos en la reforma de la privatización del Hospital Infanta Leonor porque también se va a cambiar la gestión de la asistencia ambulatoria. Esta reforma afecta a los pacientes que van a dejar de tener apoyo social y necesitan apoyo para llevar a cabo los tratamientos y la reinserción en la comunidad", comenta una trabajadora del Centro.

Nadie les ha informado de su futuro. Intuyen que estará vinculado al del Hospital Infanta Leonor, uno de los que se va a privatizar con la reforma sanitaria que presentó el consejero de Sanidad. En el Centro de Salud Mental del Puente de Vallecas trabajan más de 30 personas: psicólogas, psiquiatras, enfermeras y administrativos.

Más de 30 años trabajando en el Centro

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Hay doctoras que llevan alli más de 30 años, si el Centro se desmantela temen que esta asistencia continuada que han dado a los pacientes en el barrio durante años desaparezca: "No sabemos qué va a suceder con estos pacientes, en otras zonas de Madrid donde ya se ha privatizado los equipo no tienen la misma concepción de funcionamiento comunitario que tenemos hasta ahora. Eso genera una falta de servicios y reduce el acompañamiento que tenían antes".

Desde la asociación de salud mental de Vallecas, ALUSAMEN, que trabaja en este centro pronostican el peor diagnóstico a los pacientes, si al final el cambio de gestión se realiza. "El futuro de una población que no tiene tratamiento puede pasar por intentos de suicidio, provoca muchos aislamiento social. Si no están atendidos, se puede desarrollar un ingreso hospitalario o incluso la muerte", indica Carolina, trabajadora social.

El encierro comenzó el jueves a las 8 y media de la tarde, se desarrolla en las salas de reuniones y despachos del Centro. Allí duermen los trabajadores, despliegan las colchonetas de las clases de relax. Tienen los recursos más reducidos que los compañeros que han protestado en los Hospitales, por ejemplo, durante este fin de semana no tendrán calefacción. El lunes se unirán a su encierro el resto de centros de salud de la Comunidad, en denfensa de una sanidad pública de calidad.