Los inmigrantes pagan hasta cuatro mil euros por el viaje en patera de Marruecos a Andalucía
El precio incluye más de una travesía por si en el primer intento la embarcación es interceptada o no consigue llegar a la costa andaluza
La Fiscalía de Algeciras expresa su preocupación por la coacción que ejercen las mafias hacia los inmigrantes una vez que llegan a suelo español. Les obligan a pagar sus deudas por el viaje con la amenaza de dañar a sus familiares o de hacerles vudú
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La crisis no ha detenido la llegada de pateras a las costas andaluzas de inmigrantes procedentes de Marruecos y de otros países de África. Según el fiscal jefe del área de Algeciras, Juan Cisneros, son conscientes de la difícil situación económica que vive Europa pero aún así buscan un futuro mejor que al que pueden aspirar en su lugar de origen. El engaño es otro. Las mafias de la inmigración les permiten cruzar El Estrecho a cambio de una sustanciosa cantidad que se cobran después con diferentes tipos de coacciones.
Por los casos que han llegado a la Fiscalía de Algeciras, el viaje en patera puede llegar a costar entre 3.000 y 4.000 euros. Se incluyen varios intentos por si el primero falla. En el mejor de los casos, cuando consiguen sortear la vigilancia policial o el mal tiempo, una vez en territorio español se tienen que enfrentar a la persecución de estas redes que les amenazan con dañar a sus familias o incluso se aprovechan de la superstición. En una de las causas penales que ha llegado a este fiscal se recogía que los miembros de estas organizaciones llegaban a cortar un trozo de cabello a los inmigrantes para chantajearlos después con la posibilidad de hacerles vudú.
La justicia tiene tremendas dificultades para llegar a estas mafias y el fiscal confiesa su frustración porque sólo puede presentar acusación contra los patrones de los barcos, los últimos eslabones de la cadena. Y, aún así, tampoco es fácil porque el miedo dificulta que el resto de personas a bordo los identifiquen.
Para ponerle freno a estas mafias es fundamental el papel que debe ejercer Marruecos, aunque en estos momentos, según el fiscal, está siendo ambiguo y variable. Lamenta además que los inmigrantes sean utilizados muchas veces como un elemento de canje político.
