Continúan sin control dos de los seis focos del incendio al oeste de Madrid
Unos seiscientos efectivos trabajan para controlar las llamas. Desde las ocho de la mañana cinco medios aéreos se han sumado a las tareas de extinción
Ayer por la noche los bomberos de la Comunidad decidieron hacer un paréntesis en sus reivindicaciones para ayudar a apagar el fuego, aunque siguen denunciando la falta de medios.
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Sobre las ocho de la mañana los medios aéreos se han puesto en funcionamiento para apoyar las tareas de extinción que los efectivos de la Comunidad de Madrid, de Castilla y León y de la UME llevan realizando toda la noche. Así lo ha confirmado el Servicio de Emergencias, que apunta que con los cinco medios aéreos que están trabajando, son cerca de 600 los efectivos encargados de apagar las llamas que siguen activas en los seis focos de la zona oeste de Madrid. De ellos cuatro se consideran controlados, pero el foco del monte de Santa Catalina, cercano a Valdemaqueda, y la zona paralela a la M-507 siguen preocupando.
Según ha explicado esta mañana en Hoy por Hoy el teniente alcalde de Valdemaqueda, las llamas están ya a cien metros de algunas viviendas del municipio, pero confían en que a lo largo del día la zona quede controlada y los vecinos puedan volver a sus casas. El alcalde de Robledo de Chavela, otro de los focos más afectados, asegura que en su municipio "ya no puede arder nada porque está todo quemado".
Aunque la guardia civil continúa investigando las causas del incendio la Comunidad de Madrid tiene claro que ha sido intencionado. La Consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, que ayer se desplazó a la zona, afirmaba que el hecho de que el incendio prendiese en seis puntos distintos a la vez hace que puedan "decir que ha sido obra de uno o varios pirómanos. Lo que podíamos llamar también terrorismo medioambiental y un atentado completo a la integridad de las personas y al medioambiente que es patrimonio de todos".
Por su parte, los bomberos, que llevan más de un mes en conflicto con la Comunidad negándose a hacer horas extras, han decidido abandonar sus reivindicaciones para unirse a la lucha contra las llamas. Lo decidieron ayer por la noche en asamblea, aunque siguen denunciando la falta de medios. Situación que también ha criticado Tomás Gómez: "Hacen falta más bomberos y cuidar más el monte también en invierno para cuando llegue el verano haya menos riesgo de incendio", ha lamentado.
