Sociedad | Actualidad

Mozart y masajes para una vaca estresada

Camas de agua, rodillo de masaje, música clásica y duchas son los lujos diarios de estos animales

Madrid

Las vacas de la grnaja de Priégola disfrutan de las técnicas de relajación de Cow Comfort

La vida de Celia cambió desde que su dueño viajó a Wisconsin. Celia se da una ducha relajante antes de entrar en una especie de noria de la granja Priégola donde suena música de Mozart. "Durante el tiempo que la rueda gira es el tiempo de ordeño y suele tardar 10 o 15 minutos", explica Nicolás Sieber, director de Priégola.

Al acabar el ordeño, Celia descansa en una de las decenas de camas de agua y de fieltro con almohadas junto al resto de las vacas. "Las camas les ayuda a relajarse y además cuando se tumban tienen menos presión en las rodillas y en las ubres", detalla Sieber. Es difícil oír un mugido que provenga de este espacio tan relajante.

"Las vacas se estresan con el calor, cuando el termómetro pasa de los 21 grados". Por eso Celia se refresca con unos pulverizadores de agua que tiene cerca de la cama y se relaja con unos cepillos automáticos redondos amarillos parecidos a los de las máquinas de lavado de coches pero más pequeños. "Cuando se acercan al cepillo y lo empujan, éste se pone a rotar y les da un ligero masaje o les limpia en zonas donde ella son llegan", cuenta Sieber mientras señala a una vaca que está recibiendo un masaje.

Todas estas técnicas se llaman Cow Comfort y se aplican cuando el podómetro que tiene la vaca en la pata indica que se ha movido más de lo habitual en los últimos diez días. Puede deberse a varios motivos: que esté embaraza, estresada o a punto de dar a luz. Al recibir estos cuidados, producen más y mejor leche, asegura el director.

Otra técnica relajante pero no de Cow Comfort es escuchar a Mozart durante el ordeño. Sieber admite que no sabe si influye en la producción de leche pero nota que les tranquiliza. Lo descubrió en Israel pero la técnica viene de muy atrás, unos escritos que decían que los monjes circesienses se dieron cuenta que cuando las vacas oían la misa estaban mucho más relajadas. Aunque las vacas son muy ordenadas (entran en a la rueda de ordeño siempre en el mismo orden) son bastante "tontorronas", según Sieber . "Son tímidas, cuando les miras se alejan pero cuando estás hablando con otra persona y no las haces caso, se acercan y son muy curiosas".

 
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