Visita sorpresa de Dilma Rousseff a Sevilla
Fue una excursión relámpago que tuvo lugar el pasado martes, aprovechando la escala de un vuelo con destino Japón. Tapeó en Triana, y la imagen del río desde la calle Betis le recordó el malecón y las playas de Ipanema y Copacabana
Visitó el Alcázar, la Catedral y la calle Betis, donde desgutó los productos tipicos de nuestra gastronomía, comprobando cómo, tanto en Río como en Sevilla, concebimos la vida de la misma manera: disfrutando de la calle y de lo que nos rodea.
LA escala en Sevilla se la recomendó el ambajador de Brasil en España, Paulo César de Oliveira, a partir de una visita que hizo el año pasado a la feria de abril. La estancia de 5 horas le dio para conocer la Catedral y el Alcázar de la mano del historiador de la Universidad de Sevilla, Luis Lobo, quien iba respondiendo a todas las preguntas que la presidenta le hacía, tales como la influencia mudéjar en la Catedral o la importancia de la Constitución de 1812 en EEUU y América.
Después de la historia de la ciudad vino el paseo por Triana y en concreto por la calle Betis, con parada en el restaurante Abades. Platos típicos sevillanos y andaluces con vistas al río, escenario que comparó con el "malecón y las playas de Ipanema y Copacabana".
A pesar de las visitas, el tapeo y las 5 horas escasas que estuvo en la ciudad, le dio tiempo a interesarse por los 15.000 brasileños que vivien en Andalucía y por las empresas que quieren invertir en el mercado español y viceversa, ya que Andalucía es la tercera comunidad autónoma que tiene más empresas afincadas en Brasil.
Más allá de Abengoa y de empresas que ya funionan en Brasil, hay varios proyectos de empresas agroalimentarias de incluir en el mercado brasileño productos de nuestra tierra.
