Primera protesta de los comerciantes chinos
Reclaman que el Ayuntamiento les dé al denominada "Segunda licencia" que permite a las tiendas de alimentación la venta de vino y cerveza
Ha sido un acto sin precedentes. Varios centenares de personas se han cocentrado frente a la sede del Ayuntamiento, en Cibeles, para protestar contra las trabas que el Ayuntamiento les pone para dispensar bebidas alcohólicas en sus establecimientos de alimentación. Además han entregado 200 solicitudes de esa licencia que vienen reclamando desde hace años.
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Hasta tres centenares de personas se han concentrado frente al ayuntamiento, acaparando todas las miradas de los curiosos y turistas que a esa hora paseaban y visitaban la zona de Cibeles. Portando pancartas con lemas como "Pagamos impuestos, quiero mi licencia" o "Gallardón, ayúdanos a integrarnos" y agitando banderas de España y de China... Hoy los comerciantes chinos se han hecho ver y oír: "Protestamos por varios asuntos: el primero, las multas, que son gigantes. El segundo, que a partir de las diez en las tiendas 24 horas y las tiendas de gasolina pueden vender alcohol, y nosotros no. Por último, las esperas: llevamos años solicitando la licencia para vender alcohol y no nos dejan", explica una joven comerciante. Junto a ella, un compañero añade: "No podemos vender nada de alcohol. Vendiendo bolsas de patatas a diez céntimos es imposible pagar el alquiler".
Quieren que se les permita vender bebidas alcohólicas al menos hasta las diez de la noche, es decir, acogerse a la misma normativa que tienen las grandes superficies o las gasolineras, por ejemplo. Alberto Tezanos, presidente de la Federación de Empresarios de Madrid, explica: "No se trata tanto de vender alcoholes duros como de poder dispensar cerveza y vino. Resulta que la juventud puede emborracharse con alcohol comprado en establecimientos bajo bandera, pero el comerciante chino no puede vender alcohol. Queremos que haya una normativa clara", y añade: "No es que se les diga que no a la solicitud, es que, sencillamente, no se les contesta. Hay un vacío legal que permite que cuando hay inspecciones por parte de los policías municipales sean sancionados con multas de, como mínimo, 30.000 euros. Ocurre básicamente en el Ayuntamiento de Madrid y en los distritos que considera más conflictivos por el tema del botellón". La federación apoya a los comerciantes chinos, pero eso sí, siempre con una condición: que cumplan la legislación y no vendan alcohol ni a menores ni tampoco fuera del horario establecido.
Además, consideran que las multas por infringir la legislación son parecen abusivas. Pedro Zhang, presidente de alimentación de los comerciantes chinos en España, lo explica así: "Si entra la Policía municipal a la tienda y ven al comerciante vender alcohol, la multa va desde los 30.000 a los 60.000 euros. Es injusto. ¿Por qué no nos tratan igual que a los españoles, igual que a las tiendas de conveniencia?"