"Entrena la mente para sacar tu mejor versión"

Algunos trabajos como el de 'coaching' van dirigidos principalmente a trabajadores con altos recursos económicos. En 'A Vivir Madrid' hemos hablado con Javier Prior, un prestigioso 'coach' que además de ayudar a altos directivos tiene tiempo para los más desfavorecidos.

Javier Prior está en el Metro. Tiene que hacer trasbordo. Mientras recorre uno de esos asépticos e interminables túneles que conectan las estaciones ve a una persona que pide dinero. Hay algo en su mirada que le llama la atención. En lugar de arrojarle una moneda y seguir su camino opta por pararse, acercarse a él e intentar hacer una sesión de 'coahcing'. "La mirada para mí es fundamental. Tengo que ver transparencia en ella. A veces hablo con negros que venden La Farola, o con rumanos. Lo importante es su mirada. Lo más fácil sería darles un pez pero yo quiero darles una caña", explica Prior.

Aquí es cuando comienza su labor solidaria transmitiendo los conocimientos que ha adquirido durante varios años formándose como 'coach', junto a su experiencia laboral. "Yo no les digo lo que tienen que hacer. Yo les doy indicaciones, pautas. Hay que cambiar el programa. Muchas veces es una cuestión de actitud. A veces les digo cómo se debe abordar una entrevista de trabajo, con quién hablar y cómo hacerlo".

Los 'coach', palabra inglesa que significa entrenar, instruyen o dirigen a personas con el objetivo de que consigan alguna meta o que puedan desarrollar plenamente sus facultades personales. "En España todavía no se ha desarrollado plenamente, pero en los Estados Unidos es algo muy común y reconocido. Se trata de que la persona que recibe las sesiones de 'coach' sepa sacar lo mejor de sí mismo", añade Prior.

El caso de Jesús Gallo es similar. Este burgalense de treinta y cuatro años se dedica desde que es un adolescente a actuar. Ha hecho prácticamente de todo: teatro, cortometrajes, largometrajes, teatro de calle y cine. Durante varios años ha trabajado como payaso en fiestas de cumpleaños para niños. A raíz de una amiga suya le surgió la posibilidad de actuar en la fiesta de cumpleaños de un niño gitano que vivía en una chabola. Gallo no se lo pensó un instante y allí se fue con sus enormes zapatos y su nariz roja. "En realidad alquilar a un payaso tampoco es tan caro ni tan elitista. Oscila entre los 120 euros y los 150 euros. Sin embargo sí que hace falta algo de presupuesto. La experiencia fue súper positiva y lo agradecieron mucho. En otra ocasión actué gratis para unos niños que nunca habían visto un payaso en persona. Fue espectacular ver su cara de asombro", concluye Gallo. Niños que habitan lujosas estancias o que malviven en una chabola. Altos directivos que controlan bancos o inmigrantes sin papeles que venden La Farola a la salida de un supermercado. Al final Javier Prior y Jesús Gallo trabajan con emociones que no entienden ni de dioses ni de personalidades.

Únete al canal de WhatsApp de la SER