Felip Puig admite que no calibraron que los ''indignados'' reaccionarían con tanta violencia
El conseller de Interior comparece en el Parlament para explicar el desalojo por parte de los Mossos del campamento 15-M en la Plaza Cataluña de Barcelona
El conseller de Interior, Felip Puig, ha admitido este miércoles que el operativo policial que desplegaron en 27 de mayo en la acampada de los ''indignados'' en plaza Catalunya, que tenía solo por objetivo retirar objetos peligrosos de cara a la celebración de Canaletes, no calibró la "agresividad y violencia" con que reaccionarían los acampados. En una comparecencia en la comisión de Interior del Parlament, ha reconocido que el operativo se desarrolló de manera muy diferente a como lo previeron, ya que en un principio debía durar dos horas, y lo ha achacado a la resistencia de los acampados.
Más información
- Dura carga policial en el desalojo temporal de la plaza Cataluña de Barcelona para limpiar
- Los acampados de Sol cortan la calle donde se encuentra el Congreso en protesta por la reforma laboral
- Un juzgado investigará a mandos policiales por el desalojo de los indignados de plaza Cataluña
- Puig cree que "guerrillas urbanas" actuaron en Barcelona con impunidad
- Concentración de 'indignados' frente a las Cortes Valencianas
- Mas reconoce que el dispositivo policial en torno al Parlament pudo ser más suave del necesario
- El juez imputa a los mandos policiales de los Mossos y la Guardia Urbana por las cargas a los indignados
Puig ha reiterado que el dispositivo conjunto pactado con el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, era necesario y logró su cometido de retirar los objetos peligrosos para evitar posibles incidentes el día siguiente en la celebración futbolística, aunque ha admitido que no salió del todo bien. El conseller ha lamentado que se hayan dicho "mentiras" sobre el dispositivo y sobre la actuación de los Mossos d'Esquadra y ha asumido toda la responsabilidad política de lo ocurrido, comprometiéndose a restituir la buena imagen del cuerpo, que según él se ha visto dañada, y a estudiar mecanismos preventivos contra los violentos.
Ha asegurado que tenían la justificación legal para actuar, trataron de establecer en todo momento el diálogo con los acampados sin éxito y siempre cumplieron con los preceptos legales, y que si usaron la violencia fue porque los acampados pasaron de la resistencia pasiva a la obstrucción y a la hostilidad. El conseller ha resaltado que la policía en ningún caso buscó la confrontación y ha asegurado que hubiera deseado que no se hubieran tenido que producir las cargas: "Lamento las situaciones de violencia", ha dicho el conseller, que ha añadido que nunca ha sido partidario de la violencia.