La Nucía pierde el liderato y el Benidorm un premio merecido
Los dos equipos de la Marina Baixa se tuvieron que conformar con el empate en sus partidos ante Patacona y Ontinyent


Benidorm
El de la 27ª jornada de liga en Tercera Federación no fue un buen fin de semana para los intereses del fútbol de la Marina Baixa, que el sábado veía como La Nucía perdía el liderato tras romper una racha de cuatro partidos consecutivos con victoria confirmándose con el 0-0 en casa del Patacona y que el domingo a mediodía, ya en el Guillermo Amor, veía como el Benidorm también se tenía que conformar con un punto que supo a muy poco tras 1-1 ante el Ontinyent.
El empate de La Nucía, eso sí, eleva a diez las jornadas consecutivas que el equipo de Berna Ballester acumula sin conocer la victoria (precisamente, desde el 1-0 con el que se saldó su visita al Guillermo Amor). En ese tiempo, el balance es de 22 puntos sobre 30 posibles con 15 goles a favor y sólo uno en contra. De hecho, este martes se cumplirán dos meses desde que la portería de los rojillos fuera perforada por última vez.
Es por todo ello que el empate a cero goles en la casa del Patacona, un equipo metido de lleno en la zona baja de la tabla (penúltimo a seis puntos de la salvación), y que en otro momento de esta temporada se podría mirar con otros ojos es ahora una decepción para un La Nucía que no puso sacar provecho del tropiezo (este algo más lógico) del Castellonense ante el Soneja y que ahora se ha situado en la segunda posición con 44 puntos, uno por debajo del Castellón B, que sí se impuso por 1-2 en su visita al Jove Español de San Vicente.
El Benidorm se marcha con escaso premio del Guillermo Amor
El que tampoco tuvo gran cosa que celebrar este domingo fue el Benidorm, que se marchó del Guillermo Amor con la sensación ya no sólo de haber dejado escapar dos puntos importantes, sino con esa incómoda duda de preguntarse qué más tiene que hacer un equipo para que la suerte le sonría a la hora de transformar sus opciones en gol.
Y eso que su decidida apuesta por lanzarse hacia el área del Ontinyent tuvo un premio muy tempranero con el tanto Álvaro que en el minuto 7 de juego ponía el 1-0 en el marcador. Para entonces, el equipo de Javier Vidales ya había tenido un par de ocasiones más o menos claras y el Ontinyent vivía agobiado y asediado en su área.
El gol que daba ventaja a los azules no desanimó al equipo, que mantuvo de manera extraordinaria la presión sobre la portería contraria provocando que, ante la avalancha de ocasiones y la clarísima superioridad física de los locales, el Ontinyent protagonizara, pese a ir perdiendo, claras pérdidas de tiempo con lesiones fingidas y ‘holgazanería’ a la hora de volver a poner la pelota en juego.
Todo ello, evidentemente, buscando desesperar a un Benidorm muy ordenado que buscaba una y otra vez a un Yaros que tuvo el tanto de la tranquilidad en sus botas en más de una ocasión, pero al que, al menos en esta ocasión, se le torció el punto de mira.
Fue entonces cuando se hizo buena esa máxima del fútbol que reza que un equipo que perdona tanto como lo estaba haciendo el Benidorm acaba siendo castigado. Este domingo ese castigo llegó desde las botas de Osoro, que en el minuto 22 de juego marcó un auténtico golazo desde fuera del área con un puntapié ante el que Company, algo adelantado (marca de la casa), no pudo hacer nada más que ver cómo entraba lamiendo el larguero.
El 1-1 soliviantó a los locales, que siguieron a lo suyo, apretando la portería contraria con la esperanza de que la insistencia acabara dándoles su premio… pero eso no sucedió.
El partido llegó al descanso con un empate que no sólo no reflejaba lo visto en el campo, sino que daba toda la sensación de tener los minutos más que contados.
Tras la reanudación, el Ontinyent cambió de táctica y se dedicó a apretar al Benidorm intercalando fases de buen juego con otras, de nuevo, de pérdidas de tiempo buscando que corriesen los minutos dando por bueno el empate.
Ya en el tramo final del choque y tras un periodo valle del partido sin mucho de lo que presumir por parte de nadie, volvieron las ocasiones a las dos áreas. Ambos equipos tuvieron la victoria en sus pies y ambos desperdiciaron la oportunidad, pero la lectura general del partido, más allá de esos instantes finales, es la de una clara superioridad de un Benidorm que se marchó con cara de derrota y, lo que es peor, de nuevo en zona de descenso aunque a sólo un punto del Crevillente Deportivo, el equipo que marca la salvación y, precisamente, el próximo rival de los benidormenses.