Román Ferrer, socio número 1 del Castellón: Los recuerdos de una vida albinegra
El socio más veterano del conjunto orellut recuerda sus primeros juegos en el viejo Sequiol y se adapta con esperanza e ilusión a un moderno Castellón bajo el mandato de Voulgaris
Castelló
En la ciudad de Castelló, donde el sol brilla con fuerza sobre el emblemático Estadio Castalia, Román Ferrer, un hombre que ha dedicado su vida a seguir y sentir cada latido del C.D.Castellón, se sienta a reflexionar sobre sus memorias como socio número uno de la entidad. A sus 78 años, este castellonense nacido en la ciudad del azahar comparte su trayectoria repleta de emociones vividas junto al club albinegro.
“Todavía hoy en día, cuando voy al estadio y suena el himno, me cae alguna lágrima”, confiesa Román. Para él, ver a la afición vibrar en las gradas es un sentimiento indescriptible. “Es una cosa que no se puede explicar con palabras”, añade mientras recuerda las tardes soleadas en el viejo campo del Sequiol, donde comenzó todo.
Desde niño, Román fue un apasionado del fútbol. “No recuerdo desde cuándo soy socio, pero sí recuerdo que mi padre me llevaba a ver jugar al Castellón. Ver el partido no lo veía; yo más bien me dedicaba a jugar en la tierra”, rememora entre risas. La inocencia de la niñez le permitió disfrutar de aquellos momentos sin preocuparse por el resultado. “Era muy, muy pequeñito”, recuerda.
Los primeros recuerdos futbolísticos de Román se remontan a una época en que el equipo competía en Tercera División, con jugadores como Bachero, Serrano y Cela. “Recuerdo viajar con el equipo, en el mismo autobús que iban los jugadores, con mi padre, a todos los partidos con un saquito con la comida”, rememora con nostalgia.
Román recuerda a Juanito Planelles como el mejor jugador que ha visto en el club. “Pero por trayectoria, Cela es un caso aparte”, añade. Un gol inolvidable de Cela en la Romareda de Zaragoza parece grabado a fuego en su mente. “Cogió el balón desde nuestra área, se pasó a todo lo que se puso por delante y ganó el partido. ¡Qué momento tan emocionante!”, recalca.
Describiendo el mejor equipo de la historia del Castellón, Ferrer se refiere al que alcanzó la final de la Copa del Rey en 1972. “Aquel equipo ha sido el mejor. No íbamos a ver si ganábamos, íbamos a ver cuántos goles metíamos. Esto no se volverá a ver ni a repetir”, sostiene con orgullo. Pero también reconoce que perdieron aquella final por inexperiencia.
A pesar de esos momentos de gloria, la historia del Castellón ha estado marcada por días oscuros. “El peor momento fue cuando administrativamente bajamos a Tercera División”, confiesa. La angustia y la incertidumbre que acompañaron a aquella etapa fueron un verdadero drama para todos los seguidores del club.
En ese sentido, Román agradece la iniciativa de Sentimiento Albinegro por lo que ha logrado. “Lo que han conseguido es un éxito rotundo, no está lo suficientemente valorado”, subraya.
Y de la mirada más añeja a la actual. Román sufre como nunca en el estadio. “Desde que te sientas en el asiento hasta que te vas, el corazón te va a 40 por hora. Jugamos posiblemente con demasiado riesgo”, admite. “La gente de Castellón, entre la que también me incluyo, somos blancos y negros. A la más mínima nos vemos en la cima o en la debacle”, sostiene.
Respecto al actual presidente Voulgaris, expresa su curiosidad. “No lo conozco, pero tiene proyectos grandes; quiere hacer una ciudad deportiva imprescindible para el futuro del equipo”, comenta, mostrando su apoyo.
“Soy optimista por naturaleza”, confiesa Ferrer, visualizando un futuro brillante para el Castellón. “Espero que nos suba a Primera. Si no es en 5 o 6 años, que sea en 10, pero que siga”, concluye. La esperanza de verlo en la máxima categoría continúa iluminando su camino, convencido de que el Castellón tendrá su recompensa en algún momento del futuro.
Un futuro muy diferente al Castellón del viejo Sequiol que él conoció en sus principios. Un Castellón que hoy vende hasta el nombre del estadio, algo que Ferrer asume con cierta naturalidad. “Hace unos años nos hubiese parecido raro y no nos hubiese gustado. Hoy en día, sabemos que estas cosas hacen falta porque hace falta dinero por todas partes. El que se llame Spotify o como se llame, (entre risas, SkyFi) no importa. Para nosotros siempre será el estadio Castalia”, afirma con firmeza.
