“Viñas y Relatos”, con el enólogo y narrador Rafael Poveda: Mª Isabel Mijares, primera mujer en dirigir una bodega
Poveda: "Fue una mujer moderna y libre”
"Viñas y Relatos", con Rafa Poveda
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Elda
El espacio “Viñas y Relatos” de esta semana, se lo hemos dedicado a Isabel Mijares, pionera y revolucionaria del mundo del vino en España. Primera mujer en dirigir una bodega en España, Palacio de Arganza en Villafranqueza del Bierzo.
Texto: ©Rafael Poveda
Pertenezco a una generación de enólogos que llegaron a Madrid en 1975. El momento fue de los más oportuno pues, al mismo tiempo que estudiábamos viticultura y enología, asistíamos perplejos a la muerte de Franco y entusiasmados por cambio político hacia la democracia. En la Escuela de la Vid nos encontramos estudiantes de toda España y tuvimos el privilegio de aprender con grandes profesores como Xandri, Tienda, Mareca e Hidalgo. También tuvimos la suerte de asistir a las lecciones magistrales que nos impartía la recientemente fallecida Isabel Mijares García -Pelayo (Mérida 1942-Madrid 10-02- 2024).
Doña Isabel, que era como le llamábamos en clase, había estudiado en Burdeos con Émile Peynaud, autor principal del libro de texto que utilizábamos en clase. Doña Isabel era un torrente de conocimientos y su condición de mujer no la amilanaba en absoluto a la hora de hacer valer sus opiniones. Moderna y feminista hacía de sus clases magistrales una fiesta. Le encantaba romper las reglas y en clase de cata nos decía cosas como: “Este vino me recuerda un atardecer en Marrakech”. Silencio absoluto por nuestra parte y el más infeliz de nosotros decía: “Doña Isabel yo no he estado en Marrakech”. Ella entonces nos fulminaba con un “¡Pues haber ido!”. Otra vez nos dijo que un vino olía a “enaguas de novicia” y obviamente nadie se atrevió a preguntar.
Isabel Mijares, pionera y revolucionaria del mundo del vino en España. / Cedida
Isabel Mijares, pionera y revolucionaria del mundo del vino en España. / Cedida
El maestro de sumilleres Jesús Flores, el genio del vino riojano Marcos Eguren y un servidor íbamos voluntarios para ayudarla en las catas multitudinarias que dirigía en el Corte Inglés de Princesa. Nos hizo retirar unas macetas de flores que estaban a 20 metros por que le “perturbaba la percepción sensorial” provocando así un ¡oh! de asombro entre el público. Acompañada de mi padre y de mi hermano Salvador nos visitó en la bodega y en la sede de la Denominación de Origen Alicante muchas veces y nos animaba encarecidamente a la promoción y difusión del Fondillón al que consideraba uno de los mejores vinos del mundo. Miembros ambos de la Academia de Gastronomía, comimos juntos antes de Navidad en el Ritz de Madrid y ante los otros académicos me hizo contar por enésima vez las anécdotas de los setenta. En el cielo de Baco estará liándola. ¡Muchos besos maestra!
