Neus Castellano: “Las bibliotecas son el pegamento social y un refugio ante tanta desinformación”

Alicante

Amigos de la Biblioteca Azorín recibe esta tarde, a las seis, su bautismo como asociación, con la ponencia en la propia biblioteca de Paseíto Ramiro, de Neus Castellano, directora de la Biblioteca Gabriel García Márquez de Barcelona, que en 2023 fue declarada como Mejor Biblioteca Pública del Mundo.

Una ponencia en la que desgranará el papel de las bibliotecas públicas y sus retos en la sociedad contemporánea, y que Castellano fundamenta en ser un "refugio ante tanta desinformación como hay en redes sociales", dice, y sobre todo en su papel de "pegamento social".

Una biblioteca es "el primer escalón a cualquier inquietud que tengamos", dice Castellano y corrobora el excatedrático de Urbanística de la UA, José Ramón Navarro, uno de los promotores de la asociación.

Y es que "hay una parte social de la biblioteca que es desconocida", subraya Castellano.

De hecho, el haber sido declarada la mejor biblioteca del mundo, con sus 4.000 metros cuadrados, no se debe particularmente a su diseño ni a su superficie. Es un galardón que suele distinguir normalmente a bibliotecas del norte de Europa; de hecho, nunca ninguna en España lo había recibido. En este caso, el reconocimiento a la García Márquez, explica su directora, se ha debido a su trabajo durante 30 años en la red de bibliotecas de Barcelona, con una orientación social y una gran implicación en el territorio y con la ciudadanía.

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Trae a colación Castellano, la obra "Palacios del pueblo", del sociólogo Eric Klinenberg, para destacar incluso el papel de las bibliotecas en fenómenos meteorológicos, como sucedió en Estados Unidos, sin comparación con la DANA de Valencia, explica. Cree este sociólogo que el futuro de las sociedades democráticas no se basa simplemente en valores compartidos, sino en espacios compartidos: las bibliotecas, las guarderías, las iglesias y los parques, donde se forman conexiones cruciales. Por eso, "un objetivo crucial de las bibliotecas es crear una red", y en concreto en esta del paseíto Ramiro, de gestión conjunta entre la Generalitat y el Estado, añade Navarro. "Queremos tener una red lectora como objetivo. En esta asociación, no nos conocíamos de nada y nos ha unido el amor a los libros y ser usuarios".

Añade el excatedrático que "las bibliotecas son un acto de resistencia contra la dictadura de lo utilitario, que es lo hegemónico, y una forma de resistir". Y agrega: "Una biblioteca ensancha la democracia, ahora que está tan debilitada en nuestras ciudades y el mundo".

Del mismo modo, para Castellano, en la biblioteca prima una relación de intercambio de conocimientos, organizados en redes, como puede ser el caso de los idiomas, "y eso es hacer tejido social", concluye.

Recuerda, de paso, Navarro, las sucesivas promesas de reforma de este edificio de los años 80, ubicado frente a la playa del Postiguet, y pide trabajar en esa rehabilitación con la colaboración de las distintas instituciones.