8M. Día Internacional de la Mujer: Josefina Gordillo, ex profesora de apoyo a estudiantes con necesidades especiales
Su consejo para las mujeres es leer, formarse y buscar apoyo en otros grupos para seguir creciendo

Entrevista| Josefina Gordillo, ex profesora de apoyo a estudiantes con necesidades especiales.
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Elda
En el marco del Día Internacional de la Mujer, el testimonio de Josefina Gordillo, una mujer de 76 años, resalta como ejemplo de fortaleza y una incansable búsqueda de libertad y conocimiento. Su vida ha sido un reflejo de cómo las experiencias y los aprendizajes son fundamentales para alcanzar una vida plena y significativa, especialmente para las mujeres que han tenido que luchar contra las barreras sociales.
Nacida en 1949, Josefina vivió en una época en la que las expectativas para las mujeres eran muy diferentes a las de los hombres. Sin embargo, desde joven demostró una fuerte inclinación por aprender y por buscar su propio camino. A los 20 años, un viaje a Francia marcaría un antes y un después en su vida. “El ver cómo las universitarias francesas vivían con libertad me abrió los ojos. En ese momento supe que quería ser libre como ellas, y que debía luchar por esa libertad”, recuerda.
La influencia de su padre, quien siempre la alentó a formarse y a ampliar sus horizontes, fue clave en su desarrollo. A lo largo de su vida, Josefina ha demostrado una notable pasión por el conocimiento, y ha seguido siempre la premisa de que nunca es tarde para aprender. Su carrera comenzó en el ámbito de la contabilidad, donde rápidamente ascendió hasta convertirse en jefa de contabilidad en una empresa que, por aquel entonces, ya utilizaba máquinas contables y tecnología avanzada. Este contacto con las nuevas tecnologías a una edad temprana despertó en ella una fascinación que nunca abandonó. “Desde los 18 años, la tecnología me apasionó. Aprender a manejar esas máquinas con millones de números me pareció fascinante. Y, aunque hoy en día la tecnología ha cambiado mucho, sigo aprendiendo y adaptándome”, cuenta con orgullo.
Pero su historia no se detiene ahí. A los 40 años, con dos hijos pequeños, decidió dar un giro a su vida profesional y estudiar magisterio, algo que nunca había contemplado antes. Fue entonces cuando comenzó a trabajar para la ONCE, donde se desempeñó como profesora de apoyo a estudiantes con necesidades especiales. “La enseñanza y el trabajo con personas que necesitaban apoyo fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida”, comenta con emoción.
A lo largo de los años, Josefina ha sido una firme defensora de la libertad, especialmente para las mujeres. “Siempre he creído que las personas deben luchar por ser libres, por hacer lo que quieran. Sin embargo, creo que a veces hay que empujar un poco más a las mujeres para que se den cuenta de que están capacitadas para todo”, afirma con convicción. Para ella, rodearse de libros ha sido una forma de mantenerse siempre en constante evolución. “Los libros son una fuente interminable de aprendizaje y crecimiento. Si no tienes acceso a libros, busca grupos donde puedas formarte, aprender de otras personas y reflexionar sobre tu vida. Las mujeres tenemos que formar una red de apoyo”, señala.
El amor por los viajes es otra de las pasiones que ha marcado su vida. Si pudiera, viviría en Japón, país que considera un modelo a seguir, por el respeto por los demás, la formación y el perfeccionismo que tienen.
A pesar de haber alcanzado la jubilación, Josefina sigue muy activa. En la actualidad, dedica su tiempo a su nieta y a diversas asociaciones, en las que colabora de manera desinteresada. También imparte clases de español a inmigrantes y ayuda a quienes lo necesitan.
Su consejo para las mujeres es leer, formarse y buscar apoyo en otros grupos para seguir creciendo. Josefina Gordillo es un ejemplo claro de cómo, independientemente de la edad, siempre es posible seguir aprendiendo y buscando la libertad que cada ser humano merece.