Servigroup Balonmano Benidorm: Tocado… ¿y hundido?
El equipo de Sergio Carballeira cae ante Anaitasuna en un partido que había venido dominando desde el arranque
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Benidorm
El Servigroup Hoteles Benidorm sufrió este domingo una dolorosísima derrota en la cancha del Anaitasuna tanto por las consecuencias como por las formas de la misma. En un duelo de absoluta necesidad para los dos rivales, el equipo benidormense llevó la batuta del juego y del marcador durante 55 de los 60 minutos de juego para acabar cayendo por 29-30 y situarse en puestos de descenso directo y a dos puntos ya de la salvación.
Buena muestra de la importancia de los dos puntos que se pusieron en juego en Pamplona fue la celebración que el equipo local protagonizó al término de un encuentro en el que llegó a ir perdiendo de seis y que acabó remontando para dejar la salvación muy encarrilada ante un rival directo, el Servigroup Hoteles Benidorm, que más que ‘tocado’ parece hundido.
Bandeira, muy ‘enchufado’
Por desgracia, el momento de sacar conclusiones positivas tras una derrota pasó hace mucho tiempo para un Servigroup Hoteles Benidorm que se encuentra en una situación crítica y para el que sólo sirve ya sumar de dos en dos habida cuenta de que tiene el ‘goal average’ perdido con la mayoría de sus rivales directos.
Pese a ello, cabe destacar el buen papel realizado en el choque de Pamplona por su último refuerzo, el joven portugués Joao Bandeira. El luso y el de siempre, Nacho Valles, fueron los artífices principales del buen arranque de partido visitante.
De hecho, al minuto 25 de juego el conjunto benidormense llegó con seis goles de renta y dando la sensación de tener las cosas muy controladas pese a que una tímida reacción local recortó la diferencia a cuatro tantos al descanso (13-17).
Tras la reanudación, de hecho, nada hacía presagiar el hundimiento que se avecinaba para el Servigroup Hoteles Benidorm. Tras cinco minutos de juego, la diferencia se fue a siete goles (14-21) y el partido parecía estar completamente encarrilado.
Sin embargo, un parcial de 5-1 volvía a meter a los de Enrique Domínguez en el partido y supuso el principio del fin de la esperanza.