Justicia histórica, reconciliación y reconocimiento

La Columna de Carlos Arcaya: «Justicia histórica, reconciliación y reconocimiento»
00:56
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Alicante
Es conmovedor, es emocionante, es un acto que nos hace mejores a todos que se haya cumplido la última voluntad de Rafael Altamira y que sus restos mortales y los de su mujer, Pilar Redondo, descansen en El Campello, como era su deseo. Un acto de justicia histórica, de reconciliación y de reconocimiento a su figura intelectual.
Más información
La unidad de los demócratas, incluida la presencia del rey Felipe VI, entorno a la inhumación de sus restos también es algo que hay que destacar. Ojalá ese consenso se pudiera dar en más ocasiones.
Altamira fue un "liberal de raigambre republicana", como dijo ayer su familia en presencia del monarca, una persona incompatible con un régimen totalitario, un defensor de la democracia liberal.
Lamentablemente, no todos los represaliados por el franquismo tienen la misma suerte que Altamira, todavía queda mucho camino para que otras familias puedan sentir lo mismo que ayer sintieron los descendientes del insigne humanista, quien, por cierto, durante la dictadura no quiso volver a su país si el conjunto del pueblo español no recuperaba las libertades.
Todos ellos, por los mismos motivos, también se lo merecen.
