El aceite, transformado en solidaridad

Villena

La solidaridad puede estar en los sitios más insospechados. La necesidad de colaborar ante las situaciones trágicas a veces agudiza el ingenio para recaudar fondos gracias al aprovechamiento de productos que hasta ahora eran sencillamente desechados

Un ejemplo lo tenemos en la agricultura, y concretamente en la aceituna. En las localidades de Cañada, Campo de Mirra y Beneixama se estima que el año pasado, en campaña de recolección, pudieron quedar en torno a 30.000 kilos de oliva en el suelo. Son las olivas que suelen dejarse en el campo, y que este año Cáritas ha querido aprovechar para tras recogerlas, llevarlas a la almazara, y después de convertirlas en aceite, lograr una importante cantidad de dinero que pueda destinarse a colaborar con los afectados por la DANA, de forma especial con la localidad de Benetusser, en la que hay estrechos lazos familiares y de amistad.

A finales de diciembre, Cáritas Diocesana de Beneixama, Campo de Mirra y Cañada hacía un llamamiento a los propietarios de bancales de olivos para que cedieran la oliva del suelo que no fueran a recoger, que sería recogida por voluntarios de Cáritas que serían remunerados económicamente, y que con lo que se pueda conseguir al final, repartir ese dinero entre quienes más lo necesitan

Cáritas señala que con esta forma de colaboración se cumplen tres objetivos al mismo tiempo: Fomentar la generosidad, dar trabajo a los que no tienen, y por tanto darles la posibilidad de ganarse el pan con su esfuerzo, y sobre todo ayudar en esa terrible situación en la que se encuentran los pueblos afectados.

Para colaborar en esta iniciativa los propietarios de los bancales solo han de dirigirse a los siguientes teléfonos: 669.849.694 de la parroquia de Beneixama, y el 644.291.701 de Juan Alonso.

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D. José Limorti, párroco y presidente de Cáritas en la zona, señalaba en Radio Villena SER que la campaña está funcionando a buen ritmo, y que el resultado puede ser prometedor. De momento, la oliva se está almacenando hasta el momento en el que pueda ser llevada a la almazara, y convertirla en aceite, y “en solidaridad”