Comunicación política, redes sociales y prácticas poco saludables
La Columna de Carlos Arcaya: «Comunicación política, redes sociales y prácticas poco saludables»
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Alicante
Aunque los periodistas nos hayamos acostumbrado, no deja de ser una práctica poco saludable que unos presupuestos municipales, como los del Ayuntamiento de Alicante, se den a conocer a través de una nota de prensa y de una publicación del alcalde Barcala en Instagram.
Antes, no hace tanto, aunque nos parezca ya algo antediluviano, la decisión más importante de un consistorio se daba a conocer en rueda de prensa y con mucha mayor difusión y transparencia.
Nos dicen que las cuentas son expansivas, pero se reducen en un 3,3% y las inversiones se rebajan en 20 millones de euros y con esa afirmación no tenemos que quedar porque no le podemos preguntar a nadie.
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Todo esto no es baladí o una protesta corporativista. Vivimos tiempos complicados en los que hay quien ataca, incluso desde las instituciones, a nuestro modelo de democracia liberal; en el que algunas redes sociales -como X- están en entredicho y, de hecho, personas, medios e instituciones como las universidades españolas, entre ellas la de Alicante, la han abandonado por su falta de valores democráticos y de ética" o por su "ambiente tóxico".
Nos lo deberíamos plantear.
