El futuro europeo de Valencia Basket: cabeza de serie número 1 de Eurocup, ampliación de Euroliga y desembarco continental de la NBA

Valencia

Valencia Basket consiguió ayer en Eslovenia su decimoquinta victoria en competición europea. El equipo que dirige Pedro Martínez es, virtualmente y excepto que se produzca una carambola imposible en la última jornada de la primera fase (tiene que perder VBC y ganar su partido el Bahcesehir turco remontándole 123 puntos en el basket average), el cabeza de serie número uno para todas las eliminatorias incluida la gran final. El conjunto taronja disputaría en La Fonteta todos los encuentros decisivos en la búsqueda de su cuarto título continental, después de haberse proclamado campeón en 2003, 2010, 2014 y 2019. Ese es el camino más corto para regresar a la Euroliga: ganar la Eurocup.

En cualquier caso, como la Cadena SER viene informando desde hace tiempo, Valencia Basket busca una posición más estable y firme entre los grandes del baloncesto europeo. Una posición que se ha ganado, dentro y fuera de la pista, por el proyecto que ha construido en los últimos años. El pasado 9 de abril de 2024, esta emisora explicaba con todo detalle los contactos que se estaban produciendo entre Enric Carbonell, director general de VBC, y Paulius Motejunas, CEO de Euroliga, con el objetivo de sellar un compromiso multianual que garantizara al club valenciano formar parte de la máxima competición continental a partir de la temporada 25/26, en la que se producirá el estreno del Roig Arena.

Dichos contactos han sido constantes en el último año y también se han producido ya estrenado 2025. Valencia Basket está muy bien posicionado a nivel continental y puede ser uno de los clubes que se beneficie de la ampliación de equipos que tiene prevista la competición y que se discutirá en un board de propietarios a realizar el próximo mes de febrero. El número exacto de participantes está todavía por definir, la cifra podría ser 20, pero el hecho de estrenar el Roig Arena y contar con un proyecto deportivo y económico de absoluta fiabilidad coloca a Valencia Basket en primera línea de aspirantes. Otro asunto determinante puede ser qué ocurre con los equipos rusos. Si regresan al torneo, parece seguro que Moscú y San Petersburgo tendrán dos plazas.

Hay un aspecto que juega a favor del club taronja: el desembarco de la NBA en Europa -confirmado por el comisionado, Adam Silver, en una entrevista a Le Figaro la pasada semana- puede hacer que Euroliga trate de asegurarse rápidamente el acuerdo con el mayor número de clubes posible. Silver aseguró que la NBA está preparando una ambiciosa expansión al viejo continente y reconoció la posibilidad de crear una liga europea, independientemente de la competición norteamericana: "Estamos hablando de una competición, probablemente una liga independiente separada de la NBA. Sería una liga europea. Aún se está explorando la forma que adoptará. Estamos hablando con varios grupos para entender qué oportunidades existen".

En cualquier caso, lo que Valencia Basket necesita y merece es un marco económico diferente al actual a nivel europeo. La Eurocup es una competición deficitaria. El club taronja solo recaudará 400.000 euros en caso de ganar el título. Hasta entonces, la segunda división europea genera muchos más gastos que ingresos. Unas cifras pírricas, muy alejadas del importe que Euroliga va a ingresar, por ejemplo, por llevarse la Final Four a Abu Dhabi. IMG ha negociado un acuerdo por un año más otros dos opcionales a razón de 25 millones de euros por temporada. Habrá que ver, por cierto, cuándo y cómo regresa la Final Four a Europa. Este acuerdo con la capital de los Emiratos Árabes Unidos tritura el mercado. Las ciudades europeas organizadoras de las últimas ediciones estaban asumiendo un canon de entre cinco y seis millones de euros.

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