Los pescadores de Villajoyosa y Altea critican la insuficiencia y la demora de las ayudas por los paros biológicos

La Vila Joiosa - Altea

Ayudan, pero son insuficientes y llegan tarde. Así valoran los pescadores de la comarca las subvenciones de la Generalitat Valenciana correspondientes al paro biológico. En el conjunto de la Comunitat son de 5,7 millones de euros y en la provincia de Alicante rondan los tres millones.

El anuncio de esta subvención correspondiente a los paros del 2023 y que llegará a más de 300 armadores así como a tripulantes ha servido al conseller de Agricultura y Pesca, Miguel Barrachina, para comprometerse también a destinar otros casi tres millones de euros en "ayudas directas e inmediatas" para financiar el 100 % del cambio de redes impuesto para este año por la Unión Europea.

Sin embargo, el patrón mayor de la Cofradía de Altea, Antonio Ferrer, ha vuelto a expresar su preocupación por todas las limitaciones y obligaciones que está sufriendo el sector y que en manera alguna, asegura, pueden llegar a cubrir estas iniciativas: "Quieren que estemos más tiempo parados pero seguir pagando lo mismo o menos porque estas ayudas se están calculando en base a lo que se factura y ahora que pescamos menos tiempo facturamos menos. Es simple".

Por su parte, el patrón mayor de La Vila Joiosa, Miguel Felipe Solbes, hace hincapié en la demora de estos pagos: "Las ayudas llegan casi dos años y medio después. La parada de mayo de 2023 se va a pagar en 2025, ya ha salido la resolución y ahora pasará otro espacio de tiempo hasta que las cobremos".

Se trata de ayudas cofinanciadas en un 70 % por el FEMPA (Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura) y un 30 % por la administración general del Estado.

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