‘Abuelos, memoria viva’, la iniciativa de ‘Que viene el lobo’ para conservar la tradición oral en Alicante
Escolares de la comarca de L’Alacantí disfrutarán hasta mayo de cuentos y canciones populares en riesgo de desaparecer
"Abuelos, memoria viva", con el club de lectura: ¡Que viene el lobo!
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Alicante
Que la eterna reforma de la Biblioteca Azorín no se haya iniciado -y lo que te rondaré- ha permitido a los componentes del grupo 'Que viene el lobo' usar el mobiliario y otros enseres antiguos para recrear la casa de unos abuelos que se dedican a contar cuentos, retahílas, adivinanzas y canciones que forman parte de una tradición oral que corre el riesgo de desaparecer. Por cierto, para ello han contado con la colaboración de Paula Alenda.
Más información
'Abuelos, memoria viva' es el título de esta iniciativa ideada por este grupo, formado por Cesar Martín de Vega, Pedro Fernández, Antonia Rodenas y Nieves García y que en dos sesiones semanales -salvo en mayo que serán cuatro- recibirá a escolares de colegios de la comarca de L'Alacantí.
En Hoy por Hoy Alicante hemos charlado con César y Pedro quienes insisten en que salvo en la etapa Infantil cada vez es menos frecuente que los docentes de los colegios recurran a estas herramientas tradicionales para educar a sus alumnos.
Cuentos tradicionales
Sin embargo, cuando los estudiantes acuden a estas sesiones en la Biblioteca Azorín y disfrutan de cuentos como 'El gallo Kiriko' o 'El burro de la Tía Vinagre' o de otras adivinanzas infantiles terminan encantados con unas historias que también hicieron las delicias de sus padres, de sus abuelos o de otras generaciones anteriores y que ahora empiezan a caer en desuso.
De hecho, recuerdan desde 'Que viene el lobo', que todas o al menos casi todas las sesiones previstas ya están cubiertas, aunque, añaden, si aumenta la demanda siempre podrán hacer un hueco.
Además, en estas sesiones los escolares también conocen cómo es la mayor biblioteca de la capital alicantina y el trabajo que se hace en la misma.
En definitiva, el objetivo final, como insisten ambos, al margen de reivindicar la tradición oral, es fomentar la lectura entre los más pequeños.