La adicción a las pantallas empieza a notarse en las aulas de manera preocupante

Villena

La adicción a las pantallas es un trastorno del comportamiento que ha adquirido una prevalencia creciente en los últimos años. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es especialmente habitual entre niños y adolescentes, con consecuencias preocupantes, dada la delicada etapa de desarrollo en la que se encuentran. En la infancia, se asientan las bases para el desarrollo psicoemocional de una persona y, en la adolescencia, además, se suman los procesos identitarios y de autodefinición vinculados a la transición a la edad adulta. La irrupción de problemas como las adicciones a las pantallas durante estas etapas les resultan muy desestabilizadores y pueden tener consecuencias a largo plazo.

El pantallismo se define como una dependencia en las pantallas que engloba el teléfono móvil, los videojuegos e Internet, cuando su uso se convierte en una necesidad central en la vida de la persona. Esto tiene efectos perjudiciales en las vertientes cognitiva, comunicativa, física y social, ya que impide realizar otras actividades fundamentales para el desarrollo, como practicar deporte, pasar tiempo en el exterior y con amigos o en familia, cultivar otras aficiones o dormir las horas adecuadas.

Desde la UPCCA y la UCA, se lleva años advirtiendo de esta nueva forma de adicción y es ahora cuando desde las aulas, se advierte de que chicos y chicas llegan a dormirse durante las clases, sin que los profesores puedan hacer nada.

El caso es que los y las jóvenes emplean las horas de sueño para seguir pegados a las pantallas de sus móviles u ordenadores y esto es el inicio de un problema de adicción que puede ser muy negativo para su desarrollo.

Hablamos de este tema con Laura Fuentes y Nacho González

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