Absuelto de incendiar una casa okupada en Elda en una disputa entre sus moradores
Los magistrados concluyen que, a partir de la prueba practicada en el juicio, no puede concluirse que el procesado causase las llamas
Elda
Un hombre juzgado por la Audiencia de Alicante por presuntamente quemar una casa okupada en el municipio de Elda ha sido absuelto del delito de incendio del que se le acusaba por falta de evidencias que determinasen su responsabilidad en el suceso, según la sentencia dictada por un tribunal de la Sección Tercera a la que ha tenido acceso la agencia EFE.
En concreto, los magistrados concluyen que, a partir de la prueba practicada en el juicio, no puede concluirse que el procesado causase las llamas, ya que la principal evidencia en su contra consistía en el testimonio de una de las inquilinas de la vivienda que mantenía una relación de enemistad con el encausado en disputa por el uso de la vivienda siniestrada.
Los hechos objeto de juicio tuvieron lugar en torno a las 9.20 h del 24 de junio de 2018 en la vivienda que el procesado compartía con varias personas en régimen de okupación. El fallo detalla que, en ese momento, se inició un incendio en la casa “por causas que no han quedado acreditadas” que la calcinó “por completo” y provocó “daños en la vivienda superior”.
El tribunal estima que “no ha quedado acreditado que el acusado, diciendo que iba a prender fuego a la vivienda, comenzase a prender fuego al sofá con alcohol para quemar”, y que luego quedase sofocado por una de las inquilinas de la casa con un cubo de agua. Además, tampoco considera probado que el encausado saliese al patio de la casa, situado en un bajo, y que arrojase un disolvente sobre el sofá “prendiéndole fuego de forma intencionada”.
El tribunal llega a esa conclusión después de que el encausado negase la autoría de los hechos durante su declaración en el juicio, en el que relató que la vivienda llegó a acoger a entre ocho y diez personas que entraban y salían, y que él inició una discusión con una de ellas porque quería que se fueran a la calle, después de estar varios días sin dormir “montando fiestas”.