Pepe Mendoza: «En el primer vino que probé había cosas que tocaban el corazón»

Benidorm

Algún día, cuando se analice el tránsito histórico de los vinos alicantinos y valencianos hacia el nivel de excelencia que han alcanzado hoy en día, el apellido Mendoza aparecerá con letras de oro en esa historia. Desde l’Alfàs del Pi, Enrique Mendoza puso, junto a otros muchos bodegueros de su generación, los pilares de un crecimiento que sus hijos (y, en algunos casos, nietos) han continuado en las últimas décadas.

Pepe Mendoza es uno de los responsables de ese enorme salto de calidad que han experimentado los caldos locales en las últimas décadas. Primero, al frente del proyecto familiar y ahora, desde hace casi una década, comandando ‘Casa Agrícola’, una aventura mucho más personal con la que, entre otras muchas cosas, ha querido poner en valor la manera más tradicional de la viticultura alicantina y las uvas más arraigadas al terruño.

Pepe Mendoza es, además, un apasionado de su oficio y eso se nota en cada una de sus palabras. Cuando habla de sus vides y de sus vinos lo hace con el mismo amor con el que lo hace un padre orgulloso de los logros de sus hijos.

“A los valencianos y a los españoles nos pasa mucho: parece que el jardín del vecino siempre sea mucho más verde que el tuyo”, analiza Pepe Mendoza en ‘A Vivir Benidorm’ cuando rememora sus propios inicios “en los 90” en el mundo del vino. Fue entonces cuando “buscábamos las soluciones fuera, pero las soluciones al vino mediterráneo están en el Mediterráneo”.

Y uno de los motivos que llevan a Mendoza a esa convicción está en la propia historia del vino, que “nace en Georgia 7.000 años antes de Cristo y lo que muy poca gente sabe es que uno de los yacimientos de vino más antiguo que existen lo tenemos en Alicante, en Dénia. Es impresionante cómo el inicio del cultivo en Europa se inicia en Alicante”.

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