La almendra castellonense cierra una campaña "desastrosa" lastrada por la falta de lluvias y la caída de beneficios: "se han empeñado en que trabajemos a pérdidas"

Castellón

Las últimas semanas de septiembre están marcadas por el inicio de la campaña citrícola en buena parte de Castellón. Sin embargo, lo que un cultivo empieza, otro lo finaliza: la almendra. Un sector, el de los frutos secos, que también ha visto como la falta de lluvias durante el año pasado ha mermado mucho su producción. Cosechas por debajo de unas previsiones que ya eran negativas marcan la campaña de un fruto con importante presencia en zonas de la provincia de Baix Maestrat, Plana Alta, Alto Palancia y que encara ya su recta final.

Ricardo Beltrán responsable del sector de frutos secos en La Unión, explica en declaraciones a Radio Castellón - Cadena SER que la ausencia de lluvias ha afectado, principalmente, a la floración de las plantas que ya partían de un estado de "mucha afectación". "Ya anticipamos que la campaña sería mala, pero ahora estamos viendo que la cosecha está siendo aún peor de lo que se esperaba en cuanto a kilos de pepita. Si a esto le sumamos los precios que aguantan los compradores, porque se han empeñado en que trabajemos a pérdidas, ahí tenemos una campaña desastrosa", lamenta Beltrán.

70 céntimos de pérdidas por kilo producido de almendras

La campaña de almendra castellonense se encuentra en la recta final, con los últimos coletazos de la recolección, y para la que las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre ha servido para más bien poco. Precipitaciones que llegaron demasiado tarde, como explica Beltrán, aunque reconoce que tal vez podrían ayudar a mejorar el estado de las plantas de cara al año que viene.

Aunque, más allá de aspectos climáticos, el descenso de beneficios de los productores con los precios de venta es un problema que se agrava cada vez más. "Si sumas los costes de producción, que se han incrementado, y disminuyes el ingreso con las ventas, la diferencia del precio de kilo que vendes se ha incrementado. Ahora un productor pierde 70 céntimos por cada kilo de almendras que produce", detalla el responsable de frutos secos de La Unió.

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Un tercio de la producción de 2023

En términos numéricos, la producción de la campaña de 2024 a penas representa un tercio del total recolectado en 2023. Desde La Unió señalan a las administraciones por, critican, "no hace su faena" al no promover el consumo del producto local. Asegura que con lo recolectado en las explotaciones de la provincia serían capaces de dar servicio a las empresas demandantes. De este modo, no tendrían que recurrir a importaciones de fuera.

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