La casa de los gatos (por César Guardeño)

València

Nos hemos venido al barrio del Carmen, y para ser más exactos a la calle Museo, justo enfrente del Centre del Carme Cultura Contemporània, conocido popularmente como el Museo del Carmen, porque vamos a ver una casa muy popular y conocida de este barrio.

No se trata exactamente de una casa en la que habiten fantasmas, aunque dicen que sus moradores espantan a los fantasmas y mantienen las casas libres de ellos. Vamos a conocer a fondo la famosa y popular Casa de los Gatos.

Como es sabido, los gatos son los amos y señores de Internet y de las redes sociales. Sea en Instagram, en TikTok, en Facebook, etc., los vídeos sobre gatos son los grandes protagonistas.

Pero antes de que existieran todas estas redes sociales, en València ya existía esta pequeña casa, que actualmente también es la protagonista de los vídeos que hacen youtubers, tiktokers e instagramers y la gente del barrio. No en vano, se ha convertido en uno de los lugares más curiosos, visitados y fotografiados de nuestra ciudad.

'La casa de los gatos' se trata de una gatera que hizo con sus propias manos el escultor y artesano Alfonso Yuste Navarro, allá por el año 2003. Una pequeña obra de arte que tiene ya más de veinte años.

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Lo que poca gente sabe es que no es la primera gatera artística que tuvo la calle Museo. Antes de que Yuste hiciera esta, había otra que estuvo situada en el actual número 15 de esta misma calle, en la misma acera, a apenas unos metros. Cuando se construyó el edificio que ocupa actualmente ese solar, se buscó otro emplazamiento.

Para entender la ubicación actual de esta gatera hay que explicar que Alfonso Yuste tenía su taller situado en el número 6 de esta misma calle, y veía que algunos unos gatos entraban por un agujero en el solar que era su granja-taller. Ese solar es donde se encuentra actualmente la Casa de los Gatos que todos conocemos.

Alfonso Yuste les preguntó entonces a los vecinos si les parecía bien construirles una casa a esos gatos y estos aceptaron encantados.

Casualmente, tuve el placer de coincidir con Alfonso Yuste en noviembre del año pasado, cuando nos acercamos a ver in situ como restauraba su gatera.

Le preguntamos todos los detalles sobre su obra y nos comentó que le gustaba mucho reciclar y aprovechar todo tipo de materiales. Usó trozos de cerámica, de mármol y hasta parte de un carrito de supermercado.

La casa tiene muchos y muy variados detalles, en los que vale la pena detenerse para ver la calidad de la obra:

Por ejemplo, para entrar a la gatera hay dos escalones de piedra y una puerta con un arco de medio punto, con sus correspondientes dovelas. En medio del arco, en una de las dovelas, hay un escudo nobiliario.

A la izquierda del arco está el número 9, hecho de cerámica, y a la derecha la característica plaquita, también cerámica, de Asegurada de Incendios. Más a la derecha hay un panel cerámico compuesto de seis piezas en los que se pueden ver cuatro gatos y una leyenda. Y justo debajo, una pequeña fuente adosada al muro.

En el primer piso hay dos puertas de madera, con fotos dentro, rodeadas de un marco de piedra, que dan a salir a un balcón que está hecho con la parte del carrito de supermercado que he mencionado antes.

En el segundo piso hay tres ventanas, también de madera con su marco de piedra, en las que se pueden ver también algunas fotografías.

Y en el tejado hay dos hileras de la característica teja moruna, de color rojizo, que podemos ver en los tejados de nuestra ciudad. Y a la izquierda. una pequeña chimenea.

Podemos leer una leyenda justo debajo del panel cerámico de los cuatro gatos y algunas de las fotografías que hay en las ventanas del segundo piso y en las puertas del primero. Esa leyenda hace referencia a un hecho que supuestamente pasó después de la conquista de Valencia, por parte del Cid Campeador. Los católicos tenían la superstición de que el gato era un animal del otro mundo, diabólico, así como también portador de mal fario y suerte. Y por ese motivo, nada más entrar en la taifa de Balansiya, ordenaron hacer desaparecer y eliminar a todos los gatos de la ciudad.

Por ese motivo pone en el texto: "A la memoria dels cuatre gats que quedaren al Barri del Carme l’any MXCIV. Mai se les va a sentir un miau més alt que altre". Los cuatro gatos supervivientes, de los que los actuales son los descendientes.

Y sobre las fotos, hay que indicar que Alfonso Yuste las cambia periódicamente. Se ha podido ver en algunas de las ventanas, por ejemplo, una imagen del actor Charles Chaplin, personajes del barrio asomados detrás de las cortinas. Y en el segundo piso, se mantiene una fotografía de los padres del autor de esta maravillosa gatera.

En varios medios de comunicación apareció que habían vandalizado con pintura la gatera. O que ocurrió es que el fin de semana del 18 y 19 de noviembre de 2023, un joven incívico y desaprensivo, que fue localizado e identificado por la Policía Local de València, pintarrajeó con todas sus ganas y con espray de color rojo, la fachada de la Casa de los Gatos

La condena en redes sociales fue unánime, y ante esta ola de cariño por un elemento tan simbólico del barrio, el propio Alfonso Yuste quiso recuperar y restaurar su obra de manera altruista y desinteresada, poniendo él mismo la mano de obra y los materiales.

Y allí nos estuvo explicando todo el proceso de restauración y nos habló también de que la escultura que representa un gato y que está justo encima del muro es otra de sus obras, junto con un macetero con unas manos que hay al lado del solar.

Nos recordó también cómo hizo en la pared un trencadís, pero lo pintaron encima con pintadas y ahora estos taulellets están escondidos debajo de decenas de capas de pintura.

La verdad es que fue una magnífica experiencia y un placer poder escuchar y poder ver en acción a Alfonso Yuste, que me contó algunas anécdotas como la de un niño que dejó allí una carta, pensando que era la casita del Ratoncito Pérez.

Quizá algunos de los turistas de los que se detienen a mirar y a hacer algunas fotos, piensen que aquí vive David de Gnomo, su mujer Lisa y el zorro Swift. Que observen con atención y lo que verán será a los gatos del barrio del Carmen.

Texto: César Guardeño

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