El convento de Xàtiva que fue escuela, ayuntamiento y juzgados

En "Hoy por Hoy" de Radio Xàtiva tratamos de explicarles la historia que yace bajo nuestros pies. En "Callejeando", sección realizada por el técnico de archivos de l'Arxiu Municipal de Xàtiva Sergio Rubio, se traslada la historia de calles, plazas y lugares emblemáticos de la ciudad. Durante todos estos días se ha comentado la historia de lugares como Abú-Masaifa, Benlloch-Portal de València, Hostals-Diputat Villanueva, Jardí del Bes, Santes, Plaça del Mercat, Plaça de la Bassa, Plaça de Sant Pere, Plaça Trinitat...

Son muchas las novedades e historias que se descubren a través de esta sección. Hoy, Sergio Rubio ha elegido la Calle Sant Agustí como espacio a desglosar en "Callejeando".

Una calle que, hasta hace poco tiempo, albergaba el centro administrativo y de gobierno de la Ciudad. Tanto es así que, hasta los años 80 del siglo XX, allí se encontraba la Casa de la Ciudad y el Juzgado municipal. En esta calle destaca su conjunto arquitectónico más notable, el convento de San Agustín, edificio que alberga muchas historias.

Sobre su topónimo

El topónimo de esta calle está directamente relacionado con la orden religiosa que habitaba este convento, los agustinos, los cuales ocuparon el espacio desde el año 1617. No obstante, ya en el siglo XVI, existía en este lugar un edificio religioso, concretamente la iglesia de San Sebastián, construida a partir de 1518 y que será quien proporcionará el nomenclátor en la calle hasta ese momento.

Hay que destacar que, esta pertenecía al gremio de los notarios, por lo cual, podemos suponer que existiría en este momento una notable presencia de notarios en esta zona.

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Por último, apuntar que en alguna publicación se ha documentado el topónimo de calle de las Germanías por esta vía, durante el corto periodo de la guerra civil, recuperando posteriormente su denominación más importante, Sant Agustí.

El entorno de la calle

Esta calle forma parte, administrativamente, del distrito de la ciudad, mientras que, eclesiásticamente, pertenece a la parroquia de Santa Tecla, la extinta iglesia que se encontraba en la actual plaza homónima.

En esta calle es importante hablar del entorno, el cual se supone que fue un espacio históricamente destacado, puesto que para algunos historiadores alrededor de la calle y convento de San Agustín se organizaba la judería de Xàtiva.

La judería de Xàtiva

Aunque no hay suficientes referencias o vestigios para establecer de manera rotunda sus límites, sí que hay quienes aventuran qué sería la delimitación más o menos aproximada del barrio de los judíos, hasta su progresiva conversión a partir del año 1391 y la definitiva expulsión en el año 1492.

La judería de Xàtiva fue una de las más importantes y pobladas del Reino de València. Ya en el Libro del Reparto se encuentran varias referencias a la judería de Xàtiva y sus pobladores, algunos de los cuales ostentaron importantes cargos en la sociedad de su época.

Uno de los documentos que se utilizan para intentar situar los límites de la judería es una orden real de 1268 custodiada en el Archivo de la Corona de Aragón y publicada por Agustí Ventura, en la cual se prohíbe echar piedras de la torre de la puerta de la Algefria, que está al borde el cementerio judío. El cronista explica que cada viernes santo, los cristianos se dedicaban a "hacer harca″ a los judíos desde esta torre, la cual Ventura identifica con la actual Torre de la Almendra.

Se supone que la sinagoga estaría en el emplazamiento que actualmente ocupa el grupo de viviendas denominado Las Santas, subiendo al castillo, donde originalmente se encontraba la ermita-hospital de San Salvador, la cual después sería dedicada a las Santas Anastàsia y Basilisa.

De este modo, se puede hacer una imagen aproximada de la delimitación del barrio judío de Xàtiva, el cual supuestamente limitaría por poniente con la muralla, por el sur con el grupo de Las Santas, y por el norte con la calle Corretgeria. Aunque no deja de ser una hipótesis difícilmente demostrable, dada la carencia de información.

El convento de San Agustín

La orden de frailes agustinos se establece en Xàtiva en el año 1515, aunque no en su emplazamiento tradicional. Originalmente, los encontramos en la ermita-hospital dedicado a San Salvador, actualmente grupo de viviendas de Las Santas.

Posteriormente, y según historiadores como Mariano González, es posible que los novedosos aprovechamientos de agua procedente del canal de Santa motiven la petición de la orden religiosa de establecerse en un lugar más provechoso, de forma que será, a partir de 1617, cuando se establecerán en el espacio donde finalmente se desarrolló su conjunto conventual, en la calle San Agustín, originalmente emplazamiento de una iglesia dedicada a San Sebastián, patrón de los notarios.

Este convento primigenio sufrió muchísimas modificaciones posteriores, empezando por la Guerra de Sucesión dónde, según las crónicas que se conocen, tuvo lugar una de las matanzas más violentas de la invasión borbónica. Hay que decir que, la orden agustina era mayoritariamente proborbónica, motivo por el cual, siempre según las crónicas, el convento de San Agustín se convirtió en refugio de civiles durante la invasión. Parece que, cuando los soldados de Felipe V entraron en la Ciudad, llegaron al dicho convento y asesinaron a sangre fría a once religiosos y muchas personas allí refugiadas.

La antigua Casa de la Ciudad

Además, el convento fue desamortizado en 1821, pasando a destinarse a diferentes usos. Según un documento conservado en el archivo municipal de Xàtiva, en este momento ya se plantea la posibilidad de convertir el edificio en centro docente:

"El Ayuntamiento carece de casa propia para la educación científica y crehe (sic) que no puede darla mejor que en este sitio [...] Por lo mismo se dirije a V.S. este Ayuntamiento para que con arreglo a la Real Orden de trece del propio mayo se sirva proponer y designar este convento con su Iglesia para casa de educación científica de esta ciudad″.

Del año 1868 se conserva un informe del Maestro de Obras municipal sobre el estado ruinoso del convento, motivo por el cual parece que se realizó una intervención y finalmente estuvo destinado en Casa de la Ciudad y Tribunales de Justicia. Esta función pública se ha conservado en el edificio hasta muy entrado el siglo XX. Concretamente, será en la década de los ochenta cuando se realice la cesión al Ayuntamiento del edificio del Banco de España, situado en la Alameda Jaume I, para trasladar el Ayuntamiento a sus dependencias actuales.

Esta es una calle que ha sido testigo del paso de diferentes culturas por la ciudad, así como, epicentro de la administración municipal, siendo sede de la Casa de la Ciudad por más de un siglo.