Pedro Martínez y Valencia se deben una segunda oportunidad

València

Siete años. Han pasado siete años desde aquella Liga, aquel final imperfecto. Y dos veranos desde la negociación fallida que desembocó en el fichaje de Álex Mumbrú. Pedro Martínez y Valencia se deben una segunda oportunidad. Con ilusión, con esperanza, convencidos. Porque no todas las segundas oportunidades salen mal. El grado de necesidad de las partes es diferente. Pedro viene de hacer un trabajo excepcional en Manresa. Le ha ido bien. Muy bien. Pero siempre tuve la impresión que su obra aquí quedó incompleta. Que quiere sacarse esa espina clavada desde 2017. Para Valencia Basket la llegada de Pedro es muy necesaria. Deportiva y emocionalmente. Pedro sería ese entrenador de paz, que apague el fuego de La Fonteta y sacie el hambre de liderazgo que sufre ese pabellón desde hace demasiado tiempo. Entramos en las horas decisivas. Estén atentos a la SER.

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