"Esto es una isla verde": el huerto urbano de San Lorenzo liderado por personas con discapacidad que ha transformado uno de los barrios marginales de Castelló
Terra i Dona, así se llama el proyecto nacido en 2021, consigue mejorar el bienestar físico y psicológico de los usuarios
El huerto urbano de San Lorenzo liderado por personas con discapacidad que ha transformado uno de los barrios marginales de Castelló: "es una isla verde"
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Castelló de la Plana
Fusionar ideas totalmente distintas es, en muchas ocasiones, la mejor manera de crear cosas fascinantes. De esa forma surgió, hace unos tres años y medio, a principio de 2021, lo que escuchaban al principio. Terra i Dona es el nombre del proyecto nacido a raíz de combinar la experiencia y conocimiento como profesora de Laura Ortiz y, los de bióloga, de Sonia Fernández.
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Laura y Sonia decidieron hacer de la agricultura ecológica y de proximidad, el campo de cultivo—nunca mejor dicho—de interacción, aprendizaje e inclusión de personas con discapacidad. Una zona marginal de la capital de la Plana que se convierte, a través de su huerto social y ecológico, en sede de interacción entre unos 25 usuarios de centros de atención a la discapacidad como Cocemfe Castelló, Afanias o el Ateneu, chavales del colegio Mestre Carles Selma y junto a vecinos de San Lorenzo.
Manolo Vacas, agricultor profesional, es quien aplica la experiencia y conocimiento en el trabajo del cultivo. Un área cultivable reducida, repartida en tres parcelas entre vecinos y usuarios de estos centros en que cultivan de todo. Desde zanahorias hasta patatas, pasando por diversidad de flores y hasta girasoles: "aquí trabajamos hortícola de temporada, ahora hay lo que toca de verano, como patatas, tomateras, cebolla, batxoquetes, etc".
Cuando me ofrecieron el proyecto estaba un poco reticente porque nunca había trabajado así y ahora te puedo decir que me ha cambiado la vida, estoy encantado
— Manuel Vacas, agricultor profesional coordinador del huerto ecológico de San Lorenzo
Martes y jueves de desconexión, aprendizaje y disfrute
Terra i dona hace de los mediodías de martes y jueves de estas personas un momento para desconectar, coger aire, tomar el sol, pasarlo bien y disfrutar. Mari Carmen Muñoz, trabajadora de Afanias Castellón, asegura que "lo que sí he visto es que muchas veces cuando llegan al centro de día a primera hora no están de buen humor y sin ganas de salir, pero cuando vienen aquí le cambia su actitud y estado de humor muchísimo".
Un proyecto que ha ido evolucionando con el paso de los años y que, de hecho, pretende extenderse por muchos más. Del inicio hasta hoy, el cambio es evidente. Así lo explica Rocío Nemesio, trabajadora social de Terra i Dona: "el primero año teníamos un espacio cedido por el Ayuntamiento que eran cuatro mesas de cultivo donde llegaban los usuarios en silla de ruedas que ni podían acceder".
Aprendizaje mutuo
Tres años, casi cuatro después, todo ha cambiado. Vecinos, usuarios y pequeños estrechan lazos y hacen de este huerto ecológico un lugar de aprendizaje mutuo se aplica a todos y cada uno de los presentes. Samuel Miralles, director de COCEMFE Castelló, explica que "interactúan entre ellos y se ayudan unos a otros, creo que aprenden más los vecinos que los usuarios".
Estudios sobre el impacto psicológico
Tal y como explica Sonia Fernández, se trata de un proyecto que está siendo objeto de estudio para psicólogas de la Universidad de Zaragoza. El objetivo es descubrir los impactos psicológicos concretos que tienen estas actividades en personas con discapacidad. Se espera que se publiquen esos resultados para 2025 y se trata de una iniciativa con muy pocos precedentes, según la creadora de Terra i Dona.