La calle de Xàtiva que albergaba un cine, teatro y convento

En "Hoy por Hoy" de Radio Xàtiva tratamos de explicarles la historia que yace bajo nuestros pies. En "Callejeando", sección realizada por el técnico de archivos de l'Arxiu Municipal de Xàtiva Sergio Rubio, se traslada la historia de calles, plazas y lugares emblemáticos de la ciudad. Durante todos estos días se ha comentado la historia de lugares como Abú-Masaifa, Benlloch-Portal de València, Hostals-Diputat Villanueva, Jardí del Bes, Santes, Plaça del Mercat, Plaça de la Bassa, Plaça de Sant Pere, Plaça Trinitat...

Son muchas las novedades e historias que se descubren a través de esta sección. Hoy, Sergio Rubio ha elegido la calle Sant Domènec como espacio a desglosar en "Callejeando".

Una calle icónica

Se trata de una de las calles privilegiadas de la ciudad. Se encuentra en la parte alta y es una de las calles que, junto con Corretgeria, se enfrenta con la plaza principal de la Ciudad histórica, la plaza de Calixte III o de la Seu.

Topónimo

El topónimo de esta calle siempre ha estado asociado a su principal construcción, el convento de predicadores dominicos.

Es uno de los topónimos que durante el tiempo se ha mantenido prácticamente inalterable, salvo los años de la II República española, en el que se cambió su denominación por la de Capitán García Hernández (militar que encabezó la sublevación republicana de Jaca y fue fusilado en 1930).

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Pero, tanto antes de la II República como después de la Guerra Civil española, su nombre será Sant Domènec, el cual se mantendrá hasta nuestros días.

Características de la calle

La calle Sant Domènec es una vía ancha y con una longitud considerable que, además, se prolonga con otra calle importante, Sant Agustí, conformando así un eje urbano de primer nivel.

Cómo mencionan algunos historiadores, como Gabriel Pascual, "hay que pensar que en el siglo XVIII, al poco tiempo de la destrucción –con matices– de Xàtiva por las tropas borbónicas, el gobernador Melchor de Macanaz encargó a los matemáticos Tosca y Corachán el alzamiento de un plano que modifique en parte el trazado urbano de la ciudad. Se encaraba desde el trazado de tres ejes (el de Sant Domènec, calle de la Corretgeria y Moncada) en base a los cuales se ordenará la ciudad″.

Esta línea urbana ayuda a divisar como el trazado del canal de agua Santa, el cual desde el año 1422 entró en la ciudad, suponiendo la cota de abastecimiento de agua más alta y, por lo tanto, permitiendo la urbanización de la parte alta de la Ciudad, a pesar de que todavía quedan muchas dudas y carencias dada la carencia de información y fuentes de investigación.

De hecho, algunos investigadores apuntan que originalmente la calle Sant Domènec comunicaría con la calle Sant Vicent hasta que la construcción del actual edificio de la Colegiata de Santa María rompió esta comunicación directa.

Los frailes de la penitencia de Jesucristo

Aunque la presencia de frailes predicadores de la orden dominica está presente durante sus siglos, tenemos noticias de que los primeros habitadores del solar donde hoy se encuentra el Centro Cultural Sant Domènec fueron los frailes de la penitencia de Cristo, popularmente conocidos como frailes del saco, por su faceta extremadamente humilde. A esta orden, el rey Jaume I otorga privilegio en 1255 para establecerse en la ciudad y los encarga atender el hospital de pobres.

Se trata de una orden mendicante de corta duración que solo tuvo actividad durante la segunda mitad del siglo XIII. Su historia ha sido rodeada de leyendas, tópicos e informaciones erróneas a causa de la poca documentación que se dispone de esta orden. Prácticamente, todas las referencias están basadas en hechos circunstanciales o actas derivadas de los cambios efectuados a raíz de su supresión.

Lo que sí sabemos es que en 1274 quedó extinguida la orden, pidiendo los dominicos al papa la donación del edificio que ocupaban, del cual tomaron posesión en 1291, empezando las obras del nuevo conjunto.

El convento de Sant Domingo

Como hemos dicho, el convento de Sant Domingo, empieza a construirse hacia el año 1291, aunque el conjunto se conformará de una manera progresiva. La iglesia, por ejemplo, se realizará hacia los años 1323-1324, mientras que la Sala Capitular seria de finales del siglo XIV y el resto del conjunto iría construyéndose durante las centurias siguientes, de una manera escalonada, dada su ubicación en pronunciada pendiente.

La destrucción del convento

Hay que explicar que, después de la desamortización de Mendizábal, el convento tuvo distintos usos (almacén, cuartel de caballería...) hasta que a finales del siglo XIX estuvo adquirido por un particular. En consecuencia, el convento se convirtió en un edificio de dormitorios de alquiler, mientras que la iglesia se convirtió en teatro y, posteriormente, cine.

En el año 1966, se intenta declarar la ruina del edificio para derrocarlo y construir una promoción de viviendas de nueva planta. Por otro lado, se incoa un expediente de declaración de monumento histórico-artístico y, por lo tanto, su protección. Finalmente, en 1972 se destruye definitivamente el convento, restante solo la iglesia, la cual todavía se usaba como teatro y cine.

Finalmente, en el año 1981, el Ayuntamiento solicita al Ministerio de Cultura la declaración del conjunto como Monumento Nacional, consiguiendo su declaración definitiva en 1982. De este modo, se consigue proteger el espacio y que nunca se construyera una finca moderna en su lugar.

En 1986, también la iglesia pasará a manos municipales y empezará así el gran proyecto de recuperación de uno de los conjuntos conventuales más monumentales, como es el convento de Sant Domingo, un proyecto a largo plazo que todavía continúa avanzando con el apoyo de la Administración y también de la sociedad.

Otros aspectos a destacar

La calle Sant Domènec ha sido una calle histórica, dada su proximidad al centro de la ciudad, la plaza de la Seu, así como la presencia de conjuntos conventuales de envergadura, como Sant Domènec y Sant Agustí. Pero, además, ha sido una calle relacionada con la cultura y la sociedad setabense por otros motivos, como por ejemplo, el hecho de encontrarse en esta calle la Casa de les Roques o la Casa dels Nanos. De hecho, se conserva en el archivo municipal un plano de 1834 hecho por José Bellver para la construcción de una pasarela que pasaría sobre la calle San Domènec y preveía comunicar el Hospital Municipal con la Casa dels Nanos.