Petra, la robot que fideliza a los lectores más jóvenes de València

València

"¡Hola! Bienvenidos a la librería Vuelo de Palabras. Soy Petra, tu amiga robot. Soy especialmente ágil al encontrar libros que te divertirán mucho". Así recibe esta peculiar prescriptora cultural los pequeños lectores que acuden a ella en busca de algún título en el que sumergirse.

Y es que está dotada de una Inteligencia Artificial especializada en literatura infantil que es capaz de recomendar obras en función de edad y los gustos de los clientes, mantener conversaciones sobre otras temáticas, contar chistes y hasta deleitar al personal con bailes y música.

La tecnología como cebo

Petra es la original fórmula que esta librería valenciana ha diseñado para inculcar el hábito de la lectura desde la infancia. Una solución que combina la tecnología más puntera con el tradicional mundo de las letras y que pretende actuar como cebo para fidelizar a los jóvenes compradores que se acerquen a conocerla.

Objetivo que, de momento, y como era de esperar, ha surtido efecto. Son varios los grupos de niños y niñas que han visitado Vuelo de Palabras en las últimas semanas, atraídos por la presencia de Petra, que "fascina" a los menores con sus respuestas y habilidades. "Se vuelven locos con el robot", afirma Toni Alcolea, director del espacio cultural. De hecho, es tanta la curiosidad y el entusiasmo que el artefacto despierta en ellos que hasta se lanzan en masa a abrazarlo. "Es una circunstancia que no teníamos prevista. Petra tiene muchos sensores y es capaz de distinguir si le tocas la cabeza, la barbilla o la espalda. Pero no está preparada para que diez o doce menores quieran abrazarlo a la vez", reconoce entre risas. "¡A ver si la acabamos rompiendo!", bromea.

Un amplio margen de mejora

El proyecto, pionero en la ciudad, fue una apuesta del propio Alcolea, que reconoce que "todavía tiene bastante margen de mejora". Comenzó hace algo más de un año con la fase alfa, que incluía la adquisición y el entrenamiento del robot, con la consecuente dotación de una personalidad concreta: "Te llamas Petra, tienes ocho años. Eres una chica y te encanta la literatura infantil".

Ahora están inmersos en la fase beta, que consiste en perfeccionar la Inteligencia Artificial que emplea, ya que su ambición es que, "en un futuro no muy lejano, pueda almacenar todo el stock de la tienda para acompañar a los lectores hasta la estantería que contenga el libro recomendado, además de hablar en valenciano, narrar cuentos, actuar como maestra de ceremonias en presentaciones o proyectar vídeos.

Funciones todas ellas que en ningún caso suplantarán la labor y el conocimiento de su librera, María José. "Es simplemente un incentivo que pretende abrir el apetito de los más pequeños por las buenas historias", sentencia Alcolea, quien rechaza que Petra suponga una amenaza para el sector. "Lo hacemos para que los niños se diviertan con el talante simpático de esta robot, pero un buen librero debe conocer a la persona, recordar qué otros libros se ha leído en anteriores ocasiones y, de vez en cuando, atreverse a recomendar títulos algo arriesgados. Son cosas que la máquina no puede hacer".