El 'top ten' de las copas de vino: una para cada tipo de uva

València

La cristalería para el vino y otras bebidas también tiene sus marcas y sus modas. Entre las marcas más reconocidas se encuentran Riedel (con sede en Kufstein, Austria), Spiegelau (una segunda marca de Riedel), Josephine (usada por los mejores sumilleres del mundo) o Baccarat (con una tradición que data de 1764).

Estos nombres identifican las mejores copas para poder disfrutar del vino y de otras bebidas, aunque podemos encontrar en el mercado una gran variedad de marcas, materiales y formas.

El experto Maximiliano Bao, uno de los mejores sumilleres de España, compara la elección de la copa con la elección de unas zapatillas para ir a correr: "No es lo mismo unas zapatillas para jugar al tenis que unas para jugar al rugby. Cada copa -al igual que cada zapatilla- se adapta cada vez más a cada tipo de vino. Incluso, dentro de las copas de vino, las hay que se adaptan a cada tipo de variedad de uva y a cada zona geogràfica".

En la actualidad -porque también hay modas en el mundo de la cristalería- no es tan importante la calidad de la copa sino su forma: la altura, el cáliz, el cierre de la boca o la inclinación que tengamos que hacer para acercar la bebida a la boca y concentrar los aromas.

Por poner un ejemplo, existen copas de vino especializadas en aquellos vinos elaborados en la Borgoña, otra para la variedad de uva Riesling, otra para la Chardonnay en madera...

Pero su evolución no se limita a la forma. También los materiales van cambiando. El plomo se usa cada vez menos y esto hace que las copas sean más flexibles.

Según nos revela Bao, posee una colección envidiable de copas que ha ido recogiendo al lo largo de varias décadas: "Cuando me llega una nueva botella, he de probar su contenido en dos, tres o cuatro copas distintas para tener una experiencia completa. Los aficionados a las catas de vino pueden comenzar con un par de copas distintas, pero según adquieran experiencia irán necesitando ampliar su catálogo de copas".

En cuanto a los precios, existe una horquilla bastante amplia en la que manejarse. En restaurantes podemos encontrar copas que van desde los 4 euros hasta los 150 euros, dependiendo de si están hechas a máquina o sean artesanales; o si están fabricadas de una sola pieza o que el pie, el tallo y el cáliz vayan por separado".

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