The Rebel Monkey Ride, un reto de 1.600 kilómetros para moteros con el 'culo de hierro'
Manuel Lorenzo y María Pichu nos cuentan cómo resistieron esta prueba de 24 horas
Manuel Lorenzo y María Pichu en la Rebel Monkey más forajida!!
23:20
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Alicante
Entre el 5 y el 7 de abril se llevó a cabo la Navacerrada 2024. Un evento de motociclismo de resistencia organizado por 'The Rebel Monkey Ride' y que solo está destinado a 'moteros' que pueden certificar que tienen el 'culo de hierro'. A ver, para que os aproximéis a la naturaleza del reto: se trata de completar un recorrido de 1.600 kilómetros en tan solo 24 horas. No es una competición, de hecho se limita la velocidad y quien la sobrepasa reiteradamente es descalificado. Aunque no se trata de sufrir por sufrir, pero si se pretende que el propio participante se desafíe a si mismo. Como recompensa, el motero va a poder ver amanecer y atardecer sobre su moto en un mismo día.
Tampoco hay limite de edad ni tipos de motocicletas, eso sí, hay que tener en cuenta que no es un evento off-road.
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Y como son pocas las chicas que participan en el evento y pocos los moteros que se enfrentan al mismo cabalgando sobre una Harley-Davidson, en esta edición de Forajidos hemos querido conocer la experiencia de Manuel Lorenzo y de María Pichu, ambos completaron juntos el reto. Ella sobre una moto BMW y él sobre la famosa 'La Cerda' que le llevó al punto más al norte al que se puede alcanzar por carretera en Siberia y que también le permitió recorrer de sur a norte todo el continente americano.
El recorrido se inició la medianoche del viernes al sábado en Navacerrada, les llevó a bajar hasta Málaga y a subir de nuevo hasta el punto de partida en la sierra madrileña. Circularon por autovías, pero también por carreteras de montaña cuyo mayor peligro era encontrarse por la noche con cualquier animal salvaje. Además, el GPS les jugó alguna mala pasada y les llevó a circular por caminos erróneos. De hecho, superaron de largo los 1.600 kilómetros.
Pese a todo, completaron todos los 'check points' que la organización ubicó en gasolineras, cada 200 o 250 kilómetros, con el objetivo de facilitar el trayecto a los participantes. Hoy nos han contado alguna anécdota y han demostrado que llegaron a meta sanos y salvos y con ganas de iniciar nuevas aventuras.
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