La delegada del Gobierno acusa a la alcaldesa de València de sobreactuar por protestar por la reducción de dos AVE con Madrid

València

La delegada del gobierno, Pilar Bernabé, ha vuelto a criticar que la alcaldesa de València se haya quejado por la reducción de dos frecuencias de alta velocidad por sentido en la conexión València-Madrid. La delegada mantiene que el número de plazas solo se ha reducido un 5%, porque se ha ampliado el número de vagones. Bernabé considera irresponsable la actitud de la alcaldesa.

Pero la alcaldesa María José Catalá reitera sus críticas por la pérdida de competitividad que sufren las empresas de València por los cambios en el AVE. Catalá recuerda a la delegada del Gobierno que no es lo mismo plazas que frecuencias, porque es verdad que casi se mantienen las mismas plazas que antes, pero porque ahora los trenes tienen más vagones, pero se han perdido dos trenes de ida y dos de vuelta por día.

La ley que nunca llega

Eso se une al problema que supone parar en Chamartín y no en Atocha y que cada día los AVEs tiene menos de alta velocidad. La alcaldesa pide a Pilar Bernabé que se preocupe más por las reivindicaciones de los valencianos y que deje de ser tan delegada de Pedro Sánchez.

Bernabé visita la rehabilitación de la Estación del Norte, la segunda mayor de la historia financiada con Fondos Europeos

Unas declaraciones que hacía Bernabé en una visita a los trabajos de rehabilitación integral de la Estación del Norte, una obra en la que el Gobierno central ha invertido 18 millones, a través de Fondos Europeos y que es la segunda mayor inversión de la historia en una estación después de la reforma de Atocha.

La delegada del gobierno, Pilar Bernabé, ha explicado que se van a rehabilitar las dos fachas, la interior y la exterior, que es una de las mejores joyas del modernismo, obra de Demetrio Ribes. Pero también se va a cambiar toda la cubierta, se va a instalar una nueva de zinc, y en la que la parte central será transparente, para ganar en luminosidad y también para que sea más sostenible.

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La obra es compleja, y además se realiza de manera que no se vea afectada la circulación de trenes en una estación por la que cada mes pasa un millón de personas. Por eso, un horizonte razonable son esos dos años.

Por cierto, la delegada insiste en que los trabajadores que llevan a cabo esta obra cuentan con todas las medidas de seguridad laboral para evitar contaminación por amianto, ya que la cubierta de la estación que se va a retirar tiene placas contaminadas con este elemento.