Juan Antonio Marqués: "No fuimos capaces de humanizar los momentos finales de personas que fallecieron; hoy lo haríamos mejor"

Alicante

Cuando se cumplen cuatro años desde que se declaró el estado de alarma por la pandemia, Juan Antonio Marqués, el director gerente del Hospital de Sant Joan d'Alacant, ha reflexionado en Hoy por Hoy Alicante sobre la mejor preparación, ahora, de sanitarios y población, y sobre los aspectos que aún se pueden mejorar.

Un hombre de 77 años, con una enfermedad degenerativa, fue el primer fallecido por COVID 19 en Alicante, en el Hospital General aquellos primeros días de marzo de 2020. A partir de entonces se sucedieron los casos de un virus cuyo poder se despreció en un principio y que hizo fallar todas las previsiones, explica.

Al principio todo eran incertidumbres, señala Marqués, pero "los profesionales estuvieron a la altura esperada". Acudían a trabajar con miedo, en jornadas muy prolongadas, agotados, y algunos incluso se aislaron de la familia, preocupados por los posibles contagios. Aunque la pandemia supuso también para ellos "un alto coste", la mayoría ha superado las secuelas, apunta.

Pero lo peor, considera, fue la gestión que se hizo a la hora de humanizar los momentos finales de muchas personas que fallecieron. Hoy se enfocaría de otra forma, asegura. "Estamos mejor abastecidos, con más conocimiento", y España, mejor preparada ante una eventualidad de este tipo".

Cree que si volviera a darse una situación similar actuaríamos más coordinadamente, ya que se dispone de más medios técnicos, de protección y más materiales. Los protocolos están suficientemente actualizados y en los hospitales existen zonas de presión negativa, para evitar que se propague el contacto.

Recuerda el director gerente que seguimos conviviendo con el virus, y que por ello, robustecer la atención primaria sigue siendo uno de los principales retos, porque si no, el sistema puede terminar colapsando.

Y en cuanto a los pacientes también hemos aprendido. Ponerse responsablemente la mascarilla, forma parte de las lecciones aprendidas, dice. "Se trata de no contagiar y que no te contagien, y ya no nos sentimos ridículos".

También destaca Marqués el incremento de vocaciones sanitarias; algo que no sorprende, dice, por la alta valoración social de este trabajo, y porque juega a favor de ello su alta empleabilidad, también entre la sanidad privada, dado el déficit que la administración intenta paliar con ciertas medidas. Insiste en que hay que hacer más atractiva esa oferta para la atención primaria y que para ello se debe desplegar una serie de medidas efectivas.