Urge saber qué es lo que pasó esa fatídica tarde del 22 de febrero

València

La respuesta que las administraciones públicas han dado al drama de los los afectados por el terrible incendio de Campanar ha sido ejemplar, no tiene, diría yo, precedentes. De lo que se trata ahora es que, pasados unos días, alejado el foco mediático, los vecinos del inmueble siniestrado sigan recibiendo la atención que merecen. No nos olviden, reclamaban muchos de ellos esta semana.

Acordarse de ellos no es solo proporcionarles ayuda. Es dar celeridad al esclarecimiento definitivo de lo que ocurrió la tarde de ese 22 de febrero en el apartamento 86 del edificio. Es determinar con urgencia si los materiales de la fachada contribuyeron a hacer más letal el incendio. Y sobre todo saber si pudo o no evitarse. En definitiva, saber la verdad, que es un anhelo tremendamente humano. Quizás sea eso, saber la verdad, lo que repare en parte el dolor de aquellas personas que han perdido a sus seres queridos en esta tragedia.