El Elche Atticgo exhibe todo su poderío en Valladolid y se mantiene firme en el liderato
Las ilicitanas vencen 27-32 y acaban con la racha de catorce meses sin perder del Aula Valladolid en su pista
Elche
El Club Balonmano Elche Atticgo que dirige Joaquín Rocamora es el favorito número uno para proclamarse campeón de la División de Honor femenina. No hay ninguna duda. Es cierto que aún restan tres jornadas para el final de la Liga regular y después habrá que disputar el playoff para conquistar el título. Sin embargo, la sensación de poderío, de solidez y la multitud de recursos que maneja el Elche Atticgo, tanto en defensa como en ataque, le convierten en el equipo más difícil de batir.
El Club que preside Juanjo Ávila está cambiando la historia del balonmano femenino nacional. Es evidente que estamos asistiendo a un cambio de ciclo. Rocamora está cumpliendo su novena campaña al frente del conjunto ilicitano y nadie mejor que él sabe lo mucho que ha costado llegar a la cúspide. Es decir, codearse de igual a igual con clubes como Bera Bera, Costa del Sol Málaga o el propio Aula Valladolid. Es el momento del Elche Atticgo. Y así lo entiende la afición ilicitana que llena una y otra vez el Pabellón Esperanza Lag cada vez que las "guerreras" franjiverdes juegan en casa.
La victoria en el Pabellón Huerta del Rey ante el conjunto pucelano por 27 goles a 32 fue una exhibición de poderío de las ilicitanas, con la magistral dirección desde el banquillo del oriolano Joaquín Jaime Rocamora Cases. Cada encuentro da un recital en el planteamiento de los partidos, en la gestión del esfuerzo y en los tiempos muertos cuando llegan las "curvas" lógicas en cada partido. Esta puede ser la mejor temporada para el Club Balonmano Elche Atticgo, fundado en 1958. Líderes en solitario de la Liga y con dos competiciones más en el punto de mira: la Copa de la Reina y la European Cup.