Alicante

Operación 'Chamizo'. La Policía Nacional ha desmantelado uno de los macrolaboratorios de producción de éxtasis más grandes de España. Tenía como centro de operaciones dos casas de campo, una en Altea y otra en Sueca. Hay cuatro arrestados ingresados en prisión: los dos cabecillas, marroquíes, y dos químicos de nacionalidad holandesa. En total han sido detenidas doce personas relacionadas con la producción de anfetaminas, a las que se les imputan delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.

Los agentes han realizado un total de cinco entradas y registros (cuatro en Altea y uno en Sueca) donde se han intervenido 1.900 litros de MDMA, conocido como éxtasis, 1.000 litros de precursores para producir éxtasis y otros 1.000 litros de residuos químicos.

De hecho, se les imputa un delito contra el medio ambiente, ya que arrojaban al campo vertidos químicos con el material sobrante de la transformación de la droga.

Centro de operaciones en una zona boscosa

La investigación se precipitó el pasado 17 de enero, cuando dos de los investigados procedían a abandonar el laboratorio. Sin embargo, se había iniciado a finales del año pasado, por parte de agentes adscritos al Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Policía Nacional en Benidorm, al tener conocimiento de la existencia de un entramado criminal, asentado en la zona de levante, que presuntamente se estaba dedicando a la elaboración de drogas sintéticas (cristal) en un laboratorio ubicado en los alrededores del terminado municipal de Sueca para su distribución por toda España.

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Una vez identificados dos de los miembros del entramado establecieron un dispositivo de vigilancia sobre ellos. Así se consiguió centrar y ubicar varios inmuebles. Entre ellos, una casa de campo en las inmediaciones del término municipal de Sueca, donde los agentes observaron un "trasiego inusual" del resto de miembros del entramado, explicaba el comisario jefe de la comisaría de Benidorm, Ceferino Serrano Torres.

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Además, de este inmueble salía un "fuerte olor a químico, había transporte excesivo de garrafas de plástico por los investigados y se vio portando mascarillas industriales" cuando entraban o salían del mismo. Y es que para la fabricación utilizaban el conocido como "método en frío", el más seguro pero también peligroso, según ha explicado el inspector Juan de Mata Muñoz.

Ubicación estratégica y vigilancia

La organización se estima que llevaba operando desde el pasado octubre en un centro de operaciones que había elegido de forma estratégica para pasar inadvertidos, ya que el laboratorio se encontraba en una zona boscosa y montañosa, con caminos de acceso deteriorado y estrechos.

En el transcurso de la investigación los agentes pudieron comprobar un reparto de tareas bien definido entre los miembros del entramado criminal.

Uno de ellos realizaba el traslado del resto de miembros hasta el laboratorio, otro de ellos el trasportaba la droga desde el laboratorio hasta los lugares de almacenaje previos a su distribución al comprador final. Un tercero ejercía como vigilante de la droga para evitar robos de otros criminales. Uno más, que carecía de antecedentes, era el que cedía su documentación para alquilar los inmuebles utilizados sin levantar sospechas y por último, los responsables o cabecillas quienes dirigían la organización.

Todos los integrantes de la organización adoptaban unas fuertes medidas de seguridad para evitar la investigación policial, utilizando múltiples vehículos de diferentes marcas y colores para evitar la vigilancia policial. Eso sí, por lo demás, "actuaban como ciudadanos ejemplares", ha señalado el comisario jefe.

Intentaron arrollar a los agentes

Cuando el pasado día 17 de enero, los agentes decidieron dar el alto a dos de los investigados que procedían a abandonar el presunto laboratorio en uno de los coches usados para transportar las garrafas, aceleraron bruscamente al verse sorprendidos, con la intención de atropellar a los agentes, quienes tuvieron que lanzarse a la cuneta para evitar ser arrollados.

En ese momento se inició una persecución que acabó con la detención de ambos ocupantes y con la intervención de dos garrafas de 5 litros cada una, que posteriormente se comprobó que contenían anfetamina, procediéndose a su detención y a la precipitación de la fase de explotación y al resto de detenciones y registros domiciliarios.

Finalmente fueron doce los varones detenidos y cinco los registros practicados, cuatro en la localidad de Altea y un macrolaboratorio en las inmediaciones del término municipal de Sueca.

Dada la magnitud del material intervenido y la complejidad de la maquinaria encontrada en los registros, los agentes fueron asistidos por agentes adscritos a la sección de sintéticos de la Brigada Central de Estupefacientes de la Comisaría General de Policía Judicial. Además debido a la peligrosidad de las sustancias se solicitó la colaboración del Grupo TEDAX-NRBQ de la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Valencia y el Grupo de Inspecciones y Muestreo de la Comisaría General de Policía Científica.

Los 1.900 litros de sustancia sintética, MDMA, transformados a su estado sólido (cristalización), hubieran alcanzado un peso final de 2.185 kilogramos y alcanzado un valor de 105 millones de euros en el mercado, que tenía como destino el nacional pero también el extranjero, sobre todo Holanda.