Castellnovo cuida a su vecino más singular: el Olmo de la Plaza del Olmo
Plantado en 2016, este árbol busca convertirse en lo que durante décadas fue su predecesor: un amigo y confidente para los vecinos y vecinas del pueblo
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Como cada año por estas fechas, los hermanos Bernabé y José Moya han estado en Castellnovo realizando los trabajos de poda y revisión del Olmo de la Plaza del Olmo.
El Olmo centenario de Castellnovo, que se plantó para conmemorar la firma de la Constitución de Cádiz de 1812, falleció a causa de la grafiosis en 2012, tras dos siglos dando cobijo a los vecinos de Castellnovo.
Tras este momento, comenzó la búsqueda de un nuevo ejemplar que ocupara su sitio y devolviera a Castellnovo el emblema de su plaza. En 2016, se plantó en su lugar un ejemplar del parque del Buen Retiro de Madrid, donado al Ayuntamiento de Castellnovo por la Universidad Politécnica de Madrid.
Este nuevo ejemplar, de una especie resistente a la grafiosis, crece a buen ritmo y ya empieza a darle sombra a la Iglesia, con la que comparte plaza.
Su crecimiento y mantenimiento es gracias al trabajo realizado por el personal municipal, que cuida del olmo de forma habitual para asegurarse de que esté en perfecto estado de salud.
La brigada municipal se encarga de las revisiones semanales del olmo y de realizarle los tratamientos de abono mensualmente. Todo trabajo es poco para asegurar que la Plaza del Olmo no se quede de nuevo sin su emblema y el árbol crezca para volver a dar sombra en verano y cobijo en invierno.
Los olmos en Castellnovo
Además del olmo de la Plaza del Olmo, el pueblo cuenta con otros ejemplares que embellecen diferentes zonas de la localidad, como son la antigua escuela o el polideportivo. Estos ejemplares fueron plantados en 2016, al igual que el olmo de la Plaza, y también son resistentes a la grafiosis.
Asimismo, todos ellos son revisados y tratados de forma periódica por el personal municipal y los expertos, Bernabé y José Moya, para comprobar que no hayan sufrido ningún daño por las inclemencias meteorológicas y no muestren ningún síntoma de sufrir grafiosis, enfermedad causada por un hongo difícil de tratar y que, normalmente, acaba matando al árbol.